¿Sabías que el nombre de estos pintores renacentistas eran apodos, según National Geographic?

ESPAÑA-. National Geographic ha revelado un intrigante aspecto desconocido sobre algunos de los más grandes pintores renacentistas: sus nombres más célebres no eran sus verdaderos apellidos, sino apodos heredados que, en algunos casos, tenían orígenes crueles.

Apodos que acabaron como nombres

En un reciente informe, una reportera de National Geographic explicó cómo figuras icónicas como Botticelli, Tintoretto y Ghirlandaio adquirieron sus nombres. Estos apodos, que han perdurado a lo largo de los siglos, están vinculados a los oficios o características de los familiares de estos artistas, desmitificando la idea de que sus nombres artísticos fueron elegidos al azar o por motivos artísticos.

Por ejemplo, Jacopo Robusti, conocido mundialmente como Tintoretto, debe su apodo al oficio de su padre, quien era tintorero. “Tintoretto” significa “pequeño tintorero”, un nombre que reflejaba la profesión de su progenitor. De manera similar, Domenico Bigordi es conocido como Ghirlandaio, un apodo que le fue otorgado porque su padre era orfebre y se especializaba en hacer collares de guirnaldas, llamados “ghirlande” en italiano.

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Sin embargo, el origen más cruel de estos apodos es el de Sandro Botticelli. Según las investigaciones de National Geographic, su apodo proviene de su hermano mayor, quien era conocido como “Botticello”, que significa “barril pequeño” en italiano.

Este mote se debía a su sobrepeso, y el apodo pasó a ser heredado por Sandro, transformándose en “Botticelli”, el nombre que el mundo asocia hoy con uno de los mayores exponentes del arte renacentista.

Este descubrimiento nos invita a reflexionar sobre cómo, detrás de los nombres que la historia ha inmortalizado, se esconden historias familiares y orígenes que no siempre son tan gloriosos como el legado artístico que dejaron.