¿Por qué el agua de algunos ríos es negra?
El color del agua está relacionado con la luz y la composición química.
CIUDAD DE MÉXICO.- El color del agua es un fenómeno que a menudo pasa desapercibido, pero que está profundamente relacionado con las propiedades físicas de la luz y la composición química del agua. Para entender por qué el agua tiene su color característico, primero es esencial comprender qué es el color en sí mismo. La luz natural, que parece incolora a simple vista, en realidad está compuesta por diferentes colores que corresponden a distintas longitudes de onda dentro del espectro de luz. Estos colores se pueden observar cuando la luz pasa a través de un prisma, que refracta la luz en sus componentes.
El color que percibimos en cualquier objeto, incluida el agua, es el resultado de las ondas de luz que son reflejadas por las moléculas que componen ese objeto. Las ondas de luz que no se reflejan son absorbidas por el material y, por lo tanto, no las vemos. En el caso del agua pura, lo que ocurre es que las ondas de luz azul son reflejadas, mientras que otros colores, como el rojo, son absorbidos.
Color Aparente vs. Color Verdadero
Es importante hacer una distinción entre lo que se conoce como color aparente y color verdadero cuando observamos el agua. El color aparente es aquel que se percibe cuando miramos el agua sin eliminar las partículas suspendidas y disueltas que pueda contener. Por otro lado, el color verdadero es el color que se observa una vez que se han eliminado estas partículas, lo que revela el color auténtico del agua.
Las partículas suspendidas pueden incluir desde algas y sedimentos hasta pequeñas partículas minerales. Las partículas disueltas, por su parte, pueden ser sustancias como los taninos, que son ácidos orgánicos de color amarillento-marrón presentes en tejidos vegetales, o partículas de hierro y manganeso provenientes de rocas o suelo. Cuando el agua muestra un color azul, indica que tiene una cantidad muy baja de partículas disueltas.
Factores que Afectan el Color del Agua
El color natural del agua puede variar debido a diversos factores, entre los que se incluyen minerales, sedimentos, y el crecimiento de algas. Los minerales, en particular, son una causa común de la variación del color. Cuando las rocas se desgastan con el tiempo, sus minerales se disuelven y liberan pequeñas partículas en el agua, lo que puede cambiar su color. El hierro, el manganeso y el carbonato de calcio son algunos de los minerales que pueden hacer que el agua varíe desde tonos rojizos y naranjas hasta verdes y azules.
El sedimento y el arrastre de suelo también pueden alterar el color del agua, a veces de manera temporal tras una tormenta, o de manera permanente si un río arrastra continuamente grandes cantidades de sedimento. La erosión de las riberas de los ríos introduce suelo en el agua, cambiando su color, especialmente después de lluvias intensas que hacen que muchos ríos adquieran un tono marrón debido al arrastre de sedimentos. Finalmente, las floraciones de algas, que pueden ocurrir de manera natural o por la influencia de la contaminación humana, también afectan el color del agua, cambiándolo desde un verde oscuro hasta casi un tono rojizo, además de causar impactos negativos en el ecosistema acuático.
El río negro más grande del mundo
Considerado el mayor y más importante afluente de la margen izquierda del río Amazonas, el río Negro recorre casi 2250 kilómetros antes de desembocar en el mar, según la Enciclopedia Británica. Aunque está estrechamente vinculado con la vertiente brasileña del Amazonas, donde se encuentra la mayor parte de su curso, el río Negro nace en Colombia bajo el nombre de río Guainía y también fluye por Venezuela.
En Brasil, el río Negro llega a la ciudad de Manaos, en el estado de Amazonas, y se une al río Solimões, dando lugar al Amazonas, el río más grande del mundo. Este afluente se destaca no solo por su longitud y caudal, sino también por su característico color oscuro.
La oscuridad de las aguas del río Negro es causada por la descomposición de la materia orgánica en sus orillas y arroyos, junto con un bajo contenido de lodo y fango. Este fenómeno, que fue explicado a principios de la década de 1980 por la bióloga Vivian Karina Zeidemann en su libro “Florestas do Rio Negro”, se debe a la acidez elevada de sus aguas, con un pH que varía entre 3.8 y 4.9. Esta acidez resulta de las grandes cantidades de sustancias orgánicas provenientes del drenaje de suelos arenosos cubiertos de vegetación amazónica. Además, esta acidez contribuye a mantener alejados a los insectos de las regiones ribereñas.
El río Negro también es notable por su volumen de agua. Según Zeidemann, es uno de los mayores afluentes del Amazonas y contribuye con cerca del 15% del agua del río principal. Sin embargo, en octubre de 2023, el río Negro alcanzó su nivel más bajo en 121 años debido a la peor sequía que ha enfrentado la Amazonia en ese período. En ese momento, el río cayó a un volumen de 12.7 metros, una disminución significativa en comparación con las inundaciones récord de 30.02 metros registradas en junio de 2021. Esta sequía se ha vinculado con los efectos de El Niño y el cambio climático, según la Agencia Brasil.
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Además de sus características hidrológicas, el río Negro presenta playas en sus llanuras aluviales durante los meses de bajo caudal. Estas playas, que pueden extenderse hasta 20 kilómetros de largo, son visibles principalmente en la zona media del río y pueden estar expuestas entre cuatro y siete meses al año, dependiendo de la época de lluvias y la sequía.
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