¿Pedir la cuenta en voz alta en un restaurante es de mala educación?

MÉXICO.- Pedir la cuenta en un restaurante es una de esas pequeñas tareas que todos hemos enfrentado en algún momento. Para algunos, es un simple gesto, pero para otros, puede ser una experiencia un tanto incómoda. ¿Te ha pasado que, al terminar tu comida, te sientes un poco cohibido para pedir la cuenta? No estás solo, y es más común de lo que crees.

Algunas personas, ya sea por timidez o por costumbre, prefieren hacer señas discretas al mesero en lugar de pedir la cuenta en voz alta. Levantar ligeramente la mano, hacer contacto visual o simular que están “firmando” en el aire son formas sutiles de indicar que ya es hora de pagar.

Estas señales pueden parecer un pequeño juego de adivinanzas, pero son bastante efectivas y suelen ser bien recibidas por los meseros, quienes están acostumbrados a interpretarlas.

Lo Curioso | Noticias de México | EL IMPARCIAL

Niño hace las formas de ‘Taekwondo’ para participar en un baile

También te puede interesar: Niña intenta estrellar el rostro de su padre en el pastel, ¡pero fue ella la que terminó llorando!

Estos jóvenes comparten sus estrategias para solicitar la cuenta en un restaurante.

Recientemente, en la plataforma TikTok, se viralizó un video publicado por un joven llamado Saúl, quien había salido a comer con sus amigos. En el video, se muestra cómo los amigos intercambian sus diferentes formas de pedir la cuenta en un restaurante, cada uno con un enfoque particular y original.

Pero, ¿es de mala educación pedir la cuenta en voz alta?

¿Es de mala educación pedir la cuenta en voz alta?

Para quienes prefieren no complicarse, pedir la cuenta en voz alta es la manera más directa de hacerlo. Sin embargo, algunos se preguntan si esto puede considerarse de mala educación. La respuesta corta es: no. No es de mala educación pedir la cuenta en voz alta, siempre y cuando lo hagas de manera amable y respetuosa.

De hecho, en algunos lugares, esta es la forma más común y esperada de hacerlo. Lo importante es encontrar el equilibrio: no necesitas gritar desde la otra punta del restaurante, pero tampoco es necesario susurrar como si fuera un secreto.

También te puede interesar: VIRAL: ¡joven descubre PELOS en el café que compró en Starbucks!