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Un detalle del Martirio: Boceto de Hans Holbein el Viejo

Aunque el relato completo del martirio de San Sebastián incluye su captura posterior y un castigo aún más brutal, la imagen que perdura en la memoria colectiva es la de su asaetamiento.

Un detalle del Martirio: Boceto de Hans Holbein el Viejo

De las obras de Hans Holbein el Viejo, el famoso Tríptico de Augsburgo es el único retablo que ha llegado intacto hasta nuestros días. Este tríptico se centra en el martirio de San Sebastián, representado en una escena dramática donde el santo es asediado por una lluvia de flechas. Aunque el relato completo del martirio de San Sebastián incluye su captura posterior y un castigo aún más brutal, la imagen que perdura en la memoria colectiva es la de su asaetamiento, con el santo apenas cubierto, un ícono que ha trascendido el tiempo y que ha sido reinterpretado a lo largo de la historia, incluso en contextos modernos como un símbolo de la cultura gay.

Holbein el Viejo, conocido por ser uno de los pioneros del Renacimiento en Alemania, aportó una renovación al arte de su época al sustituir el gótico por el nuevo enfoque del Renacimiento, caracterizado por la armonía y el naturalismo. Este cambio fue muy apreciado por los jóvenes artistas de la época, quienes se sentían atraídos por la precisión anatómica y la perspectiva detallada.

Hans Holbein el Viejo
Alemania, 1460–1524

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Un ejemplo notable del enfoque meticuloso de Holbein en su trabajo es un boceto titulado “Cabeza de un ballestero” (Hovedet af en armbrøstskytte). En esta obra, conservada en el Statens Museum de Copenhague, el artista muestra a un romano con una ballesta en una postura decidida. La representación detallada del movimiento sutil de la nariz del ballestero, desplazada por la presión de la mano que sostiene el arma, demuestra el profundo entendimiento de Holbein sobre la anatomía humana y su habilidad para capturar momentos fugaces con gran precisión.

Este boceto, realizado con lápiz y tinta en un pequeño formato de 12 x 9,6 mm, no solo destaca por su calidad técnica, sino también por la habilidad de Holbein para transmitir la tensión y el dinamismo de la escena, prefigurando la maestría que exhibiría en sus obras más completas.

Con información de HA!

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