Sacrificios infantiles en el México Antiguo: Hallazgos revelan vínculo con incesto de élites
Restos de un niño sacrificiado revelan secretos sobre el poder y las prácticas rituales de la élite
Un reciente hallazgo arqueológico en Paquimé, un importante sitio prehispánico en Chihuahua, México, ha revelado detalles sobre las prácticas sociales de la élite de la región. Los restos de un niño sacrificado en un ritual han llevado a científicos a descubrir que sus padres estaban estrechamente relacionados, posiblemente más allá de lo permitido por las normas comunes de la época.
Este descubrimiento ofrece una nuevaperspectiva sobre cómo la élite de Paquimé manipulaba las normas sociales para consolidar su poder.
¿Qué es Paquimé?
Paquimé es un sitio arqueológico en el estado mexicano de Chihuahua reconocido por su importancia histórica y cultural en la región. Habitada durante más de 700 años por la cultura Mogollon, la zona fue abandonada a mediados del siglo XV por razones aún desconocidas.
A lo largo de su historia arqueológica, este lugar ha proporcionado valiosa información sobre la estructura social de la comunidad que lo habitaba.
El sacrificio ritual y su significado
Recientemente, se han encontrado restos humanos en Paquimé que ofrecen una nueva visión sobre las prácticas rituales de la época. Entre estos hallazgos, se descubrió el cuerpo de un niño, de entre dos y cinco años, en una área de élite. Según un estudio de 1974, la posición del cuerpo sugiere que el niño fue sacrificado para consagrar un nuevo edificio.
Para entender mejor la estructura social de Paquimé, un equipo de científicos realizó un análisis de ADN del niño. La investigación, publicada en la revista Antiquities, reveló una alta cantidad de genes y alelos idénticos, indicando que los padres del niño estaban “más cercanamente relacionados que primos segundos”, según Jakob Sedig, becario postdoctoral en Harvard y líder del estudio. “Estos resultados proporcionan una visión única sobre la jerarquía social y las prácticas socio-religiosas en Paquimé,” comentó Sedig para Gizmodo.
La estructura social y el incesto
Los antropólogos creen que la Casa del Pozo, donde se encontraron los restos del niño, era un lugar de enterramiento reservado para la élite local. Se considera que el niño era hijo de dos miembros de la familia de élite. Su sacrificio “hubiera sido una manera poderosa de consagrar la Casa del Pozo y aumentar el estatus social, político y ritual”, indicaron los científicos.
El análisis sugiere que, aunque el incesto estaba prohibido para los comunes, podía ser ignorado por la élite en busca de consolidar su poder, lo que sugeriría que la búsqueda de poder podía sobrepasar las normas sociales establecidas. “Los próximos pasos en esta investigación son continuar analizando el ADN antiguo de individuos de Paquimé y del norte y oeste de México para entender cómo diferentes grupos se movieron y mezclaron a lo largo del tiempo,” añadió Sedig.
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