Desahogarse: ¿Mito o realidad? La ciencia revela la mejor forma de manejar la ira

CIUDAD DE MÉXICO.- A lo largo de la vida, es común enfrentarse a situaciones que generan enfado o frustración. Durante años, se ha promovido la idea de que desahogarse, ya sea golpeando un saco de boxeo, gritando o realizando alguna actividad física intensa, es una buena manera de liberar esa ira acumulada. Esta creencia ha estado profundamente arraigada en la cultura popular, siendo vista como una forma efectiva de calmarse y evitar que las emociones negativas afecten la salud mental.

Sin embargo, un reciente estudio ha puesto en duda esta visión. Según una investigación realizada por Sophie L. Kjaervik y Brad Bushman, la idea de desahogarse puede ser más perjudicial que beneficiosa. El trabajo de estos dos expertos, publicado en la revista Clinical Psychology Review, revela que cuando estamos enojados, es más eficaz intentar relajarse que buscar una salida física a la ira.

Este meta-análisis revisó 154 estudios sobre el impacto de diferentes actividades en la activación fisiológica y su relación con el enfado. Los hallazgos sugieren que las actividades que elevan la activación fisiológica, como el ejercicio intenso, pueden aumentar la ira en lugar de reducirla.

Efectos negativos del desahogo físico

Los resultados del estudio desafían la noción común de que liberar la ira físicamente es saludable. Según los investigadores, actividades como golpear un saco de boxeo o gritar no solo no reducen el enfado, sino que pueden exacerbar la agresividad y mantener al cuerpo en un estado de activación elevado. Este aumento en la activación incluye respuestas fisiológicas como un ritmo cardíaco acelerado, presión arterial elevada y mayor sudoración, lo que, en lugar de calmar, puede intensificar los sentimientos de ira.

Esta respuesta fisiológica es parte de nuestro mecanismo natural de “lucha o huida”, diseñado para protegernos en situaciones de peligro. No obstante, en el contexto moderno, esta activación puede ser contraproducente, especialmente si no se maneja adecuadamente. Por lo tanto, actividades intensas como correr o montar en bicicleta, aunque parecieran ser una buena salida para el enfado, podrían resultar en más frustración.

Incluso salir a correr, que muchas personas ven como una forma efectiva de liberar tensión, puede agravar la ira. El estudio encontró que la monotonía de actividades repetitivas, como correr largas distancias, podría aumentar la frustración, exacerbando los sentimientos de enojo en lugar de disiparlos.

La importancia de relajarse

Entonces, si desahogarse no es la solución, ¿qué podemos hacer para manejar mejor el enojo? La clave, según los expertos, radica en actividades que disminuyan la activación fisiológica en lugar de aumentarla. Kjaervik y Bushman recomiendan enfoques como la respiración profunda, la relajación muscular, la meditación y el yoga, los cuales ayudan a calmar tanto el cuerpo como la mente, facilitando una respuesta más racional y controlada frente a la ira.

Estas técnicas son efectivas porque permiten reducir los niveles de activación fisiológica, lo que a su vez disminuye los impulsos agresivos. Al calmar el cuerpo, se genera una sensación de tranquilidad que facilita el control de las emociones negativas. Este enfoque ha demostrado ser útil en una variedad de contextos y para diferentes grupos de personas.

El estudio también sugiere que actividades grupales, como deportes o clases de educación física, pueden ser útiles para reducir la ira. Estas actividades suelen generar emociones positivas, lo que contribuye a mitigar los sentimientos de enojo y frustración.

Herramientas para el manejo de la ira

El estudio de Kjaervik y Bushman ofrece una perspectiva valiosa sobre cómo manejar el enfado de manera más efectiva. En lugar de recurrir a desahogos físicos que podrían empeorar la situación, los expertos recomiendan estrategias que ayuden a relajar el cuerpo y la mente. Estas herramientas basadas en la evidencia pueden ser de gran utilidad para quienes buscan formas saludables de lidiar con el enojo en el día a día.

En un mundo donde la ira descontrolada puede tener graves consecuencias, estos hallazgos son especialmente relevantes. Aprender a gestionar las emociones negativas de manera adecuada no solo contribuye al bienestar individual, sino que también promueve una convivencia más saludable en la sociedad.

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En resumen, la próxima vez que el enojo surja, quizás sea mejor tomarse un momento para respirar profundamente, relajarse y calmarse, en lugar de buscar una salida física que podría empeorar la situación.