Implantes cerebrales para tratar epilepsia, artritis o incluso incontinencia: podrían estar más cerca de lo que crees
Este avance es parte de una creciente competencia global en el desarrollo de implantes neuronales para tratar diversas enfermedades neurológicas.
CIUDAD DE MÉXICO.- En octubre pasado, Oran Knowlson, un adolescente británico que padece síndrome de Lennox-Gastaut, un tipo severo de epilepsia, se convirtió en la primera persona en el mundo en recibir un innovador implante cerebral. Los resultados han sido impresionantes: sus crisis diurnas se redujeron en un 80%. Este avance no solo ha mejorado su calidad de vida, sino que también ha prevenido caídas y lesiones graves, según Martin Tisdall, neurocirujano pediátrico en el Hospital Great Ormond Street de Londres.
El dispositivo, conocido como Picostim, se encuentra debajo del cráneo de Oran y emite señales eléctricas constantes al cerebro para bloquear los impulsos anormales que desencadenan las convulsiones. Este neuroestimulador tiene el tamaño de una batería de teléfono móvil y se recarga a través de unos auriculares especiales. Una de sus particularidades es que se adapta a los ritmos diurnos y nocturnos del cerebro, ofreciendo una terapia personalizada.
Hacia un tratamiento accesible
Este implante representa un hito en la tecnología médica, ya que no solo monitorea la actividad cerebral, sino que también regula los impulsos eléctricos. Actualmente, tres niños más con síndrome de Lennox-Gastaut participarán en una prueba piloto, y un ensayo completo con 22 niños se llevará a cabo a principios del próximo año. Si los resultados son positivos, se buscará la aprobación regulatoria para su uso generalizado.
El profesor Tim Denison, de la Universidad de Oxford, y uno de los ingenieros detrás de este dispositivo, espera que esté disponible en el Sistema Nacional de Salud (NHS) en los próximos cuatro o cinco años. Este tipo de tecnología también se está aplicando a otras enfermedades como el cáncer cerebral, el dolor crónico, la artritis reumatoide y el Parkinson, marcando un avance significativo en el campo de los implantes neurales.
Competencia global en tecnología neural
Aunque Amber Therapeutics, la compañía detrás del Picostim, está liderando esta carrera en Europa, no es la única en desarrollar dispositivos para tratar la epilepsia. Empresas como NeuroPace, en California, ya han diseñado implantes aprobados para adultos en Estados Unidos. Sin embargo, a diferencia del Picostim, estos dispositivos no son recargables y requieren cirugías de reemplazo cada pocos años.
Elon Musk también ha entrado en este campo con su empresa Neuralink, que ha implantado chips cerebrales en personas con lesiones de la médula espinal, permitiéndoles controlar dispositivos con sus pensamientos. A pesar de algunos desafíos técnicos, estos avances subrayan la competencia global en el desarrollo de terapias basadas en la estimulación cerebral profunda.
Otras aplicaciones de los implantes cerebrales
El uso de implantes cerebrales no se limita a la epilepsia. Inbrain Neuroelectronics, con sede en Barcelona, está desarrollando un implante de grafeno, un material ultrafino y no dañino para el tejido humano, que se utilizará en la cirugía de glioblastomas, un tipo agresivo de cáncer cerebral. Este implante permitirá a los cirujanos eliminar tumores sin dañar áreas críticas del cerebro, como las relacionadas con el lenguaje o la cognición.
Además, se están llevando a cabo ensayos clínicos con implantes similares para tratar enfermedades como el Parkinson, la incontinencia y problemas del habla causados por accidentes cerebrovasculares. Estos dispositivos, controlados por inteligencia artificial, permiten una precisión sin precedentes en el tratamiento de enfermedades neurológicas.
Perspectivas futuras en el campo de la neuromodulación
El mercado de los dispositivos bioelectrónicos, que combinan la ciencia biológica con la ingeniería eléctrica, está en pleno crecimiento. Según estimaciones, se espera que alcance los 25 mil millones de dólares en la próxima década. Este campo se enfoca en el sistema nervioso periférico y central, buscando no solo decodificar la actividad cerebral, sino también regularla de manera efectiva.
La competencia entre Europa y Estados Unidos por desarrollar estas tecnologías es intensa. Empresas en Europa, como MintNeuro en Londres y Neurosoft en Ginebra, están avanzando en el desarrollo de implantes más pequeños, flexibles y adaptables, con aplicaciones que van desde el tratamiento del Parkinson hasta el tinnitus severo.
El futuro de la estimulación cerebral profunda
La estimulación cerebral profunda y la neuromodulación son áreas en las que Europa y Reino Unido están compitiendo de manera directa con Estados Unidos. Los dispositivos desarrollados por compañías como Amber Therapeutics y sus socios están diseñados para ofrecer terapias más efectivas y menos invasivas que las opciones actuales. Con el continuo avance de la inteligencia artificial y la nanotecnología, estos implantes podrían revolucionar el tratamiento de enfermedades neurológicas en todo el mundo.
El camino hacia la aprobación y distribución global de estos dispositivos es largo, pero los resultados iniciales son prometedores, y los científicos esperan que, en unos años, estas innovaciones estén al alcance de más personas a través de los sistemas de salud pública.
Con información de The Guardian.