El origen del código de barras: una revolución silenciosa en el comercio

En el corazón de cualquier supermercado moderno, uno de los elementos más omnipresentes es el código de barras, esa serie de líneas y números que, con un simple escaneo, proporciona una infinidad de información sobre el producto que estamos comprando.

Sin embargo, pocos conocen la fascinante historia detrás de este invento que revolucionó la industria del comercio.

¿Cuál fue el primer producto en tener un código de barras?

El código de barras hizo su debut en el mundo comercial el 26 de junio de 1974, cuando un paquete de chicles Wrigley’s Juicy Fruit se convirtió en el primer producto escaneado en una caja registradora.

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Este hito histórico ocurrió en un supermercado Marsh en Troy, Ohio, Estados Unidos. Aquel día, el chicle, valorado en apenas 67 centavos de dólar, marcó el inicio de una nueva era en la gestión de inventarios y ventas al por menor.

La persona encargada de realizar ese primer escaneo fue una cajera llamada Sharon Buchanan. Su simple acción de pasar un paquete de chicles por un lector láser sentó las bases para lo que se convertiría en un estándar global. Aunque en ese momento nadie imaginaba el alcance que tendría esta tecnología, hoy en día es difícil imaginar un mundo sin los códigos de barras.

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Evolución y utilidad de los códigos de barras

Desde su implementación, los códigos de barras han evolucionado significativamente. En sus inicios, permitieron la automatización de procesos que antes eran manuales, reduciendo errores humanos y mejorando la eficiencia en las tiendas. Su utilidad no se limitó solo al comercio; pronto, otros sectores como la logística, la salud y la manufactura adoptaron este sistema para llevar un control más preciso y efectivo de sus productos y recursos.

Del código de barras al código QR

Con el avance de la tecnología, los códigos de barras también se han transformado. En los años 90, surgió una nueva versión conocida como el código QR (Quick Response), que permite almacenar mayor cantidad de información en un espacio más reducido.

A diferencia del código de barras tradicional, que solo se puede leer en una dirección, el código QR se puede escanear desde cualquier ángulo y ofrece enlaces directos a sitios web, descargas de aplicaciones y más, siendo una herramienta clave en la era digital.

Impacto y futuro de los códigos de barras

El impacto de los códigos de barras en el mercado ha sido profundo y duradero. Gracias a ellos, los negocios han logrado optimizar sus operaciones, reducir costos y ofrecer un servicio más rápido y preciso a los clientes.

Hoy en día, aunque los códigos QR han ganado popularidad, el código de barras sigue siendo una tecnología vital. Ambos códigos convivirán por mucho tiempo, adaptándose a las nuevas necesidades del mercado.

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