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¿Cómo los lobos se convirtieron en perros? El fascinante camino de la domesticación

El análisis de los fósiles caninos también nos ha permitido aprender sobre la relación entre los humanos y los perros en la antigüedad.

¿Cómo los lobos se convirtieron en perros? El fascinante camino de la domesticación

La historia de cómo los lobos se transformaron en los perros que conocemos hoy es un tema que ha intrigado a científicos durante décadas. Gracias a los avances en el análisis de ADN, la datación por radiocarbono y las técnicas de medición geométrica, hemos comenzado a desentrañar este complejo proceso evolutivo. A pesar de las pistas proporcionadas por fósiles antiguos, todavía queda mucho por descubrir.

De lobos a perros: una evolución en curso

El camino hacia la domesticación de los perros fue largo y, en gran parte, confuso. Durante miles de años, lobos y perros continuaron cruzándose entre sí, lo que complica la tarea de analizar fósiles de cánidos y su ADN. Los científicos que estudian estos restos antiguos se enfocan en características morfológicas como el tamaño y la disposición de los dientes, la longitud del hocico y las mandíbulas, y la forma del cráneo. Comparan estos rasgos con los de los perros modernos, lobos actuales, fósiles confirmados de perros tempranos y restos de lobos prehistóricos.

Una de las principales dificultades que enfrentan los investigadores es identificar los huesos de manera precisa. Algunos fósiles de la Edad de Hielo, como los descubiertos en Goyet, Bélgica, y las montañas de Altái en Siberia, presentan características de lo que se conoce como “perros incipientes”. Estos animales estaban en un estado de transición, no eran completamente lobos, pero tampoco eran aún perros domesticados. Los fósiles más antiguos de estos perros incipientes, como un cráneo encontrado en Goyet, datan de hace casi 36,000 años y se asemejan más a los perros prehistóricos que a los lobos modernos.

El análisis de los fósiles caninos también nos ha permitido aprender sobre la relación entre los humanos y los perros en la antigüedad. El fósil más antiguo de un perro confirmado, conocido como el perro de Bonn-Oberkassel, fue encontrado en una tumba en Alemania junto a los restos de un hombre y una mujer, lo que sugiere una relación cercana entre las especies hace unos 14,000 años. Este fósil también revela que los humanos ya mostraban un alto grado de cuidado hacia los perros, ya que el cachorro de aproximadamente siete meses había sufrido de moquillo y había sido cuidado por humanos hasta su muerte.

En América del Norte, los descubrimientos en el sitio arqueológico de Koster en Illinois y en Alaska, que datan de hace 10,000 años, proporcionan evidencia adicional de la temprana domesticación de los perros y de su estrecha relación con los humanos. Los hallazgos sugieren que los perros y sus dueños probablemente migraron desde Siberia a América del Norte antes de lo que se pensaba, hace unos 23,000 años.

¿Dónde y cuándo comenzó todo?

Aunque varios estudios han propuesto diferentes regiones de Asia, Medio Oriente y Europa como el lugar de origen de los perros domesticados, la ciencia aún no ha identificado de manera concluyente un único punto de origen. Algunas investigaciones sugieren que la domesticación pudo haber ocurrido en más de un lugar. Por ejemplo, estudios recientes de ADN han revelado la posibilidad de dos eventos de domesticación en Asia Oriental y Medio Oriente.

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El análisis del ADN mitocondrial, que permite estudiar variaciones genéticas en los fósiles antiguos, ha abierto una nueva ventana de información para los investigadores. Sin embargo, determinar exactamente cuándo y dónde los lobos se convirtieron en perros sigue siendo un desafío, en parte debido a las similitudes genéticas entre lobos y perros, que comparten el 99.9% de su ADN. Aunque algunos estudios sugieren que la domesticación pudo haber ocurrido hace entre 20,000 y 40,000 años, los datos aún son contradictorios.

Con información de Natgeo.

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