Un reencuentro impensable: 33 años después de haber sido robado al nacer, Alejandro Martín Pérez Guahnon encuentra a su madre biológica
En 1987, Nélida fue llevada a una clínica privada por una asistente social, con la promesa de recibir ayuda para el nacimiento de su hijo.
Alejandro Martín Pérez Guahnon tenía apenas unas horas de vida cuando fue arrebatado de los brazos de su madre en una clínica de Posadas, Misiones, Argentina. Su identidad fue robada y entregada a una familia que lo crió como propio. Sin embargo, su madre biológica, Nélida Isabel Benítez, jamás creyó la mentira de que su hijo había muerto. Durante 33 años, ella lo buscó incansablemente, enfrentándose a un sistema corrupto y a un sinfín de obstáculos, hasta que finalmente lograron reunirse. Esta historia de amor y resiliencia es narrada por Alejandro en su libro “33 años en 48 horas”, un relato que muestra el poder del amor maternal y la lucha por la verdad.
Desde el primer abrazo, Alejandro sintió algo inexplicablemente familiar en el aroma de su madre. Aunque era un olor nuevo para él, le traía recuerdos de una niñez robada, de juegos nunca compartidos y de un “te amo, hijo” que jamás había escuchado. Era el olor de su madre, de un hogar que nunca conoció, pero que siempre le perteneció.
Alejandro siempre supo que era adoptado, pero nunca sospechó la dolorosa verdad detrás de su adopción. Fue solo cuando se convirtió en padre y se enfrentó a preguntas sobre antecedentes genéticos que decidió investigar sus orígenes. Lo que descubrió fue una historia marcada por el engaño y la traición. En 1987, Nélida fue llevada a una clínica privada por una asistente social, con la promesa de recibir ayuda para el nacimiento de su hijo. Sin embargo, al poco tiempo de dar a luz, le dijeron que su bebé había muerto, una mentira que Nélida nunca aceptó.
Durante años, Nélida luchó contra un sistema que parecía decidido a ocultar la verdad. A pesar de las amenazas y los intentos de silenciarla, nunca dejó de buscar a su hijo. Finalmente, después de décadas de incansable búsqueda, Alejandro encontró la carpeta que contenía la verdad sobre su origen y la denuncia que su madre biológica había hecho para recuperarlo.
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La reunión entre madre e hijo fue un momento lleno de emociones encontradas. En una videollamada, Alejandro vio por primera vez el rostro de la mujer que había luchado tanto por encontrarlo. La conexión fue inmediata, como si se conocieran de toda la vida. Aunque Alejandro había sido criado en una familia amorosa, siempre sintió que algo faltaba, una sensación que desapareció en el instante en que se reencontró con Nélida.
Con información de Infobae.