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Los sacos de papa como ropa: ¿por qué se usaron para vestirse en el pasado?

Hoy en día, esta historia resuena como un recordatorio de la resiliencia humana y la capacidad de adaptarse a tiempos difíciles, mientras que la frase “parece un saco de papas” continúa siendo parte de nuestro lenguaje cotidiano, aunque con un nuevo significado histórico.

MÉXICO-. En la moda y la cultura popular, cuando algo se considera de mal gusto o de baja calidad, solemos decir que parece “un saco de papas”. Sin embargo, esta expresión tiene un origen histórico real y sorprendente.

El historiador de moda Manu Styling ha compartido en su canal oficial de TikTok una fascinante historia sobre cómo, en el pasado, las personas realmente se vestían con sacos de papas.

Los sacos de papa como ropa: ¿por qué se usaron para vestirse en el pasado?

Este fenómeno ocurrió en los Estados Unidos durante la década de los años 30, una época marcada por la Gran Depresión. Esta crisis económica global dejó a millones de personas desempleadas y sumidas en la pobreza, obligándolas a encontrar soluciones creativas para sobrevivir.

Con los recursos escasos, muchas familias tuvieron que ingeniárselas para vestirse con lo que tuvieran a mano, y los sacos de papas y harina se convirtieron en una opción común.

En ese entonces, los sacos de papas y de harina estaban hechos de lona y algodón, materiales duraderos que podían ser reutilizados. Estas telas, aunque rudimentarias, se transformaron en vestidos, camisas y otras prendas de vestir, y fueron usados por una gran parte de la población, desde niños en orfanatos hasta trabajadores rurales.

Este recurso de emergencia continuó siendo parte de la vida diaria hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la economía comenzó a recuperarse. Sorprendentemente, los sacos de papas también dejaron una huella en la moda, inspirando diseños en grandes casas de moda en las décadas posteriores.

Hoy en día, esta historia resuena como un recordatorio de la resiliencia humana y la capacidad de adaptarse a tiempos difíciles, mientras que la frase “parece un saco de papas” continúa siendo parte de nuestro lenguaje cotidiano, aunque con un nuevo significado histórico.

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