Los síntomas ocultos de la ansiedad de alto funcionamiento en hombres

La ansiedad de alto funcionamiento es un fenómeno que afecta a muchos hombres, aunque rara vez se discute abiertamente. Esta condición puede manifestarse de manera sutil, enmascarada por comportamientos socialmente aceptables o incluso admirados. Pero, ¿qué sucede cuando estos síntomas pasan desapercibidos o se niegan por completo?

La ansiedad puede tener orígenes biológicos, ambientales o surgir de influencias familiares. En muchos casos, los hombres pueden adquirir esta predisposición al crecer en un ambiente donde las figuras masculinas, como los padres, también sufren de ansiedad. Este “manxiety”, como algunos lo llaman, puede ser contagioso si se convive con él durante mucho tiempo. La indecisión, por ejemplo, puede ser un síntoma heredado de un padre ansioso, lo que lleva a una parálisis en la toma de decisiones en situaciones cotidianas.

A menudo, los hombres están tan concentrados en cumplir con las expectativas de fuerza y resolución que dejan de lado su bienestar mental. Pueden preocuparse por el mantenimiento de sus autos o cortadoras de césped, pero rara vez piensan en hacerse un chequeo médico, y menos aún en buscar ayuda para su salud mental. Esto puede llevar a que los síntomas de ansiedad se acumulen y se agraven con el tiempo, sin recibir el tratamiento adecuado.

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La ansiedad en los hombres a menudo se manifiesta de manera física. Pueden experimentar dolores en el pecho, dolores de cabeza, problemas digestivos o incluso síntomas que imitan un ataque al corazón. Sin embargo, muchos ignoran estos signos, atribuyéndolos a problemas menores o pasajeras molestias. La negación se convierte en una herramienta para manejar la ansiedad, pero es una estrategia que a largo plazo no funciona.

El estigma asociado con la vulnerabilidad masculina hace que muchos hombres intenten esconder su ansiedad, lo que puede llevar a comportamientos destructivos. En lugar de buscar ayuda, algunos recurren a sustancias como el alcohol o las drogas para adormecer los síntomas. Otros pueden volverse irritables y explosivos, lo que afecta sus relaciones personales y profesionales. Este ciclo de negación y distracción no solo empeora la ansiedad, sino que también puede llevar a problemas graves como la depresión o el abuso de sustancias.

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Para romper este ciclo, es crucial que los hombres reconozcan su ansiedad y busquen apoyo. Hablar con un médico de cabecera puede ser el primer paso para recibir un diagnóstico adecuado y acceder a tratamientos efectivos. Las terapias como la biofeedback, los medicamentos, y las aplicaciones digitales de salud mental pueden ser útiles para manejar la ansiedad. Además, la actividad física regular y un estilo de vida saludable son esenciales para reducir los niveles de estrés y mejorar el bienestar general.

Con información de Men’s Health Aging Guide.