El ‘efecto de la tercera persona’: cuando creemos que los medios no nos afectan a nosotros y a los demás sí

MÉXICO.- El ‘efecto de la tercera persona’ es un sesgo cognitivo que se refiere a la creencia de que la publicidad y los mensajes de los medios de comunicación tienen un mayor impacto en los demás que en uno mismo.

En otras palabras, es común pensar que los mensajes de los medios afectan a “otros”, pero no a “mí”. Esta idea ha sido objeto de estudio en psicología y comunicación, revelando que todos somos más susceptibles a la influencia de lo que creemos.

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Orígenes del concepto

El término fue introducido por el sociólogo W. Phillips Davison en 1983. Según Davison, las personas tienden a subestimar la influencia de los medios sobre sí mismas y sobrestiman el impacto que estos tienen en los demás.

Este sesgo se observa en distintos contextos, desde campañas publicitarias hasta la cobertura de eventos políticos y sociales. Las personas creen que están mejor informadas y son menos manipulables que el promedio, cuando en realidad todos estamos expuestos a los mismos estímulos.

Un sesgo presente en la vida diaria

El ‘efecto de la tercera persona’ se manifiesta de diversas maneras en la vida cotidiana. Un ejemplo común es la percepción de que la publicidad de productos de consumo tiene más éxito en influir a otros, pero no en nuestras decisiones personales.

Sin embargo, las estrategias publicitarias están diseñadas precisamente para captar la atención y dirigir las conductas de consumo, lo que afecta a todos, sin excepciones.

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Los medios y la influencia en la opinión pública

En el ámbito de los medios de comunicación, este efecto es evidente cuando se debate el impacto de las noticias y la propaganda. Muchos espectadores asumen que pueden interpretar la información de manera más crítica que otros, ignorando que sus opiniones también están siendo moldeadas por los mismos contenidos.

Esta discrepancia puede llevar a la falta de conciencia sobre cómo las narrativas mediáticas moldean las percepciones y decisiones colectivas.

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¿Por qué creemos ser menos influenciables?

El ‘efecto de la tercera persona’ se basa en una necesidad psicológica de mantener una imagen positiva de uno mismo. Creer que somos menos susceptibles a la manipulación nos hace sentir más racionales y capaces de tomar decisiones informadas. Sin embargo, diversos estudios han demostrado que la exposición constante a ciertos mensajes influye en nuestras actitudes y comportamientos, aunque no siempre seamos conscientes de ello.

Este sesgo cognitivo puede tener importantes implicaciones sociales y políticas. Subestimar la influencia de los medios en nuestras vidas puede llevarnos a ser menos críticos con la información que consumimos, lo que puede afectar nuestras decisiones de compra, opiniones políticas y hasta nuestro comportamiento en redes sociales. Además, puede fomentar una visión distorsionada del mundo, en la que nos percibimos como inmunes a la manipulación, pero vemos a los demás como fácilmente influenciables.

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