Kintsugi: El arte japonés que te podría hacer vivir más años
Esta filosofía se aplica a la salud emocional, invitándonos a aceptar nuestras dificultades y transformarlas en fortaleza.
CIUDAD DE MÉXICO.- El kintsugi, una antigua técnica japonesa de reparación de cerámica con oro, va más allá de embellecer objetos rotos; es una poderosa metáfora sobre la vida y la resiliencia. Esta técnica, que surgió en el siglo XV, utiliza barniz mezclado con polvo de oro, plata o platino para resaltar las grietas de las piezas rotas, en lugar de ocultarlas. Las líneas doradas que surgen representan las cicatrices que forman parte de la historia del objeto, dándole una nueva belleza.
Este arte no solo transforma la cerámica, sino también la manera en que enfrentamos nuestras propias “grietas” emocionales. En lugar de ocultar nuestras dificultades, el kintsugi nos invita a aceptar las adversidades y a verlas como parte esencial de nuestra evolución personal. Al igual que las piezas reparadas con oro, nosotros podemos salir más fuertes y bellos después de enfrentar desafíos.
Aplicación del kintsugi en la salud emocional
La doctora Sue Varma, profesora de psiquiatría en la Universidad de Nueva York, ha analizado cómo el kintsugi puede aplicarse a nuestras vidas cotidianas. En su libro Optimismo práctico (2024), Varma sugiere que el kintsugi es una metáfora perfecta para el optimismo práctico: la capacidad de enfrentar dificultades, trabajar con nuestras “grietas” internas y transformarnos en versiones más resilientes y hermosas de nosotros mismos.
Este enfoque no solo tiene implicaciones emocionales, sino también físicas. Un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard muestra que las personas optimistas viven entre un 11 y un 15% más que las pesimistas. El optimismo permite regular mejor las emociones, manejar el estrés y recuperarse de los problemas, lo que se traduce en una vida más larga y saludable.
Las 4C del afrontamiento emocional
La doctora Varma también propone una herramienta práctica inspirada en el kintsugi: las 4C del afrontamiento emocional. Estas cuatro estrategias buscan ayudar a las personas a sanar emocionalmente y convertir sus cicatrices en valiosas lecciones. Las 4C incluyen:
- Compasión: Ser amables con nosotros mismos en lugar de ser autocríticos.
- Corrección: Buscar soluciones realistas para los problemas, evitando patrones destructivos.
- Calma: Mantener la serenidad a través de técnicas de relajación como la respiración o el mindfulness.
- Conexión: Fortalecer los vínculos sociales para recibir apoyo emocional durante tiempos difíciles.
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Adoptar esta mentalidad no solo nos ayuda a superar las dificultades, sino que también puede mejorar nuestra calidad de vida a largo plazo. Al aceptar nuestras imperfecciones y aprender de ellas, podemos encontrar más felicidad, salud y longevidad.
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