5 platos europeos imprescindibles que tienes que probar alguna vez
Desde las costas del Mediterráneo hasta el corazón de Europa del Este, cada uno ofrece una experiencia culinaria única.
Explorar la gastronomía europea es un verdadero viaje para los sentidos. Cada plato cuenta una historia, refleja la cultura de su país de origen y está lleno de ingredientes frescos y auténticos. A continuación, te presentamos cinco platillos icónicos que debes probar al menos una vez en la vida. Desde las costas del Mediterráneo hasta el corazón de Europa del Este, cada uno ofrece una experiencia culinaria única.
1. Paella Valenciana (España)
La paella valenciana es uno de los platos más emblemáticos de España. Originaria de la región de Valencia, su base es el arroz, al que se le añaden ingredientes como azafrán, pollo, conejo, mariscos y verduras como judías verdes y tomate. Este plato es una mezcla perfecta de sabores mediterráneos y representa el equilibrio entre lo fresco y lo sabroso. Cada bocado te transporta directamente a la costa valenciana, donde el aroma del azafrán y el mar se fusionan.
2. Croissant (Francia)
El croissant es un símbolo de la pastelería francesa. Este bollo hojaldrado, con su inconfundible forma de media luna, es crujiente por fuera y suave por dentro. Aunque es ideal para acompañar el desayuno con café, también es perfecto en cualquier momento del día. Ya sea solo o relleno de chocolate, mermelada o queso, este manjar es una de las delicias más simples y exquisitas que puedes probar en Francia.
3. Lasaña (Italia)
La lasaña italiana es el plato por excelencia cuando se piensa en comida reconfortante. Capas de pasta intercaladas con una rica salsa de carne, queso y salsa bechamel, hacen de este platillo una verdadera explosión de sabores. Cada bocado te transporta a las cocinas de Italia, donde la tradición culinaria se vive y se disfruta en familia. La lasaña es una indulgencia para quienes aman la comida italiana en todo su esplendor.
4. Goulash (Hungría)
El goulash es un guiso típico de Hungría que te hará sentir como en casa en los fríos días de invierno. Hecho con carne de res, cebolla, pimientos, tomates y un toque de paprika, este plato es robusto y lleno de sabor. Tradicionalmente se sirve con knödel, unos bollos de pan que complementan la intensidad del guiso. Este plato es un reflejo de la rica herencia culinaria húngara, y sin duda, una experiencia gastronómica reconfortante.
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5. Bacalao a la Portuguesa (Portugal)
En Portugal, el bacalao es más que un pescado, es una tradición. El bacalao a la portuguesa se prepara con cebolla, tomate, aceitunas, patatas y especias que lo convierten en un plato sencillo pero lleno de sabor. Este plato es un clásico en la cocina portuguesa, especialmente durante celebraciones familiares y días festivos. Probarlo es una manera de sumergirse en la cultura portuguesa y disfrutar de la frescura del mar.
Con información de Gourmet de México.