Estados Unidos expande su territorio oceánico, ¿qué significa eso?

CIUDAD DE MÉXICO.- Estados Unidos ha ampliado su territorio en un millón de kilómetros cuadrados, pero no en tierra firme, sino bajo el océano. Este incremento fue posible gracias a una reclamación de nuevas áreas en la plataforma continental extendida, siguiendo el derecho internacional que permite a los países gestionar y explotar recursos en zonas marítimas. A pesar de su inmensa extensión territorial, que lo posiciona como el tercer país más grande del mundo, Estados Unidos ha buscado expandirse hacia las profundidades marinas.

El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció el 19 de diciembre de 2023 las coordenadas que establecen estos nuevos límites oceánicos, extendiendo la plataforma continental del país. Este nuevo territorio incluye zonas en el Ártico, el Atlántico, el mar de Bering, el Pacífico y el Golfo de México. En total, la nueva área es equivalente a dos veces la superficie de España y le otorga a Estados Unidos derechos sobre recursos naturales como petróleo, gas y minerales que se encuentren bajo el suelo marino.

Beneficios y desafíos del nuevo territorio

Esta expansión no ha generado conflictos inmediatos con otros países. Un acuerdo previo con Rusia, firmado en 1990 sobre los límites marítimos en el estrecho de Bering, sigue vigente. Sin embargo, la situación podría plantear nuevos desafíos diplomáticos, especialmente con Canadá, debido a la creciente competencia por los recursos árticos. Al extender su plataforma continental, Estados Unidos refuerza su control sobre los recursos en el Ártico, región donde el derretimiento del hielo ha abierto nuevas oportunidades de explotación.

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A pesar de los beneficios potenciales, esta expansión presenta algunos desafíos. Estados Unidos no ha ratificado formalmente la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, lo que podría complicar la validez de su reclamación en el ámbito internacional. Además, el impacto ambiental de la explotación de estos recursos es una preocupación, ya que el aumento en la minería y la pesca podría dañar los ecosistemas oceánicos.

Proceso de reclamación y cartografía

La reclamación de este territorio submarino fue un proceso largo y técnico. Para determinar los nuevos límites, el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) trabajaron durante dos décadas recopilando datos detallados del fondo marino, incluyendo su forma y características geofísicas. Esta información fue fundamental para establecer la extensión de la plataforma continental, en un esfuerzo que ha sido considerado el proyecto de cartografía marina más ambicioso del país.

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Con esta ampliación, la superficie total de Estados Unidos alcanza los 9.827 millones de kilómetros cuadrados, consolidando su presencia en nuevas regiones oceánicas y abriendo posibilidades de desarrollo en diversas áreas, desde la minería hasta el transporte marítimo. Sin embargo, el mundo permanece atento, evaluando las implicaciones de este crecimiento marítimo en un contexto geopolítico y ambiental cada vez más delicado.