Mujer limpia la casa de su madre enferma y encuentra un cadáver
En 1960, Leslie Harvey descubrió un cuerpo momificado en el armario de su madre, Sarah Jane Harvey, en Gales.
GALES.- En mayo de 1960, Leslie Harvey, una joven de 29 años, decidió renovar la casa de su madre, Sarah Jane Harvey, ubicada en los suburbios de Gales. Ambas llevaban una vida tranquila hasta que la madre, de 65 años, fue internada por problemas de salud. Durante la ausencia de Sarah, Leslie se encargó de la renovación del hogar, lo que la llevó a descubrir un perturbador secreto.
Leslie decidió revisar un antiguo armario que siempre había estado cerrado, según su madre, guardaba recuerdos de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, lo que encontró al abrirlo fue mucho más impactante: un cuerpo momificado, vestido con un camisón, y cubierto de polvo y telarañas. Este hallazgo conmocionó a la comunidad y convirtió automáticamente a Sarah Jane en la principal sospechosa.
Investigación y confesión
La policía se dirigió al hospital donde estaba internada Sarah para interrogarla. Durante el interrogatorio, la mujer identificó el cuerpo como el de Frances Alice Knight, una inquilina que había vivido en su casa durante la guerra. Según Sarah, Frances había muerto repentinamente en 1940, mientras ella estaba en la cocina. Sin embargo, en lugar de reportar la muerte, Sarah ocultó el cuerpo en el armario y continuó cobrando la asignación semanal de dos libras que Frances recibía de su esposo.
El caso se volvió aún más macabro cuando los patólogos descubrieron signos de estrangulamiento en el cuerpo momificado. La fiscalía sostuvo que Sarah Jane había asesinado a Frances para seguir cobrando su pensión, lo que dio un giro inesperado a la investigación, generando un gran interés público en el caso.
Juicio y condena
Durante el juicio, la defensa de Sarah Jane fue peculiar. Afirmó que Frances había estado resfriada y que, en esa época, era común usar una media de seda alrededor del cuello como remedio casero. Aunque la evidencia de estrangulamiento era clara, el tribunal no pudo demostrar que la media hubiera sido usada para cometer un asesinato.
Finalmente, Sarah fue absuelta de los cargos de homicidio, pero fue condenada por fraude por haber cobrado ilegalmente la pensión de Frances durante 20 años. Recibió una sentencia de 15 meses de prisión, y tras cumplirla, fue trasladada a un hogar de ancianos, donde falleció poco tiempo después. Leslie, por su parte, quedó marcada para siempre por el macabro hallazgo en el hogar de su infancia.
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