¿Hacer la cama todos los días es malo para la salud?
Un nuevo estudio sugiere que hacer la cama inmediatamente después de levantarse podría favorecer la proliferación de ácaros del polvo, que pueden causar alergias y problemas respiratorios.
CIUDAD DE MÉXICO.- Despertarse y hacer la cama de inmediato es un hábito común que muchos consideran productivo y positivo para comenzar el día. Sin embargo, recientes estudios advierten que esta práctica podría tener efectos negativos en la salud. Expertos en higiene señalan que al hacer la cama inmediatamente después de levantarse se favorece la proliferación de ácaros del polvo y bacterias.
Durante la noche, el cuerpo humano pierde entre 0.5 y un litro de agua a través de la transpiración. Esta humedad se queda atrapada en las sábanas y el colchón, creando un ambiente cálido y oscuro. Al hacer la cama, esa humedad se queda encerrada, lo que facilita el crecimiento de estos microorganismos.
Impacto de los ácaros del polvo en la salud
Los ácaros del polvo, aunque microscópicos e invisibles, pueden causar alergias y empeorar problemas respiratorios como el asma. Estas pequeñas plagas se alimentan de las células muertas de la piel que se desprenden durante el sueño. Hacer la cama inmediatamente después de levantarse crea un ambiente ideal para que estos organismos proliferen en el espacio de descanso.
Síntomas como congestión nasal, estornudos, tos y picazón en los ojos al despertar podrían ser señales de una alergia a los ácaros del polvo. Los desechos y cuerpos descompuestos de estos organismos liberan proteínas que desencadenan estas reacciones alérgicas, convirtiendo el dormitorio en un espacio perjudicial para la salud.
Consejos para reducir la presencia de ácaros
Para evitar la proliferación de ácaros, expertos recomiendan no hacer la cama de inmediato. En su lugar, se sugiere dejar las sábanas sin arreglar por un tiempo y doblar el edredón hacia abajo para permitir la circulación de aire, lo que ayuda a eliminar la humedad. De esta manera, se crea un ambiente menos propicio para que los ácaros sobrevivan.
Además, se aconseja lavar las sábanas al menos una vez a la semana con agua tibia y jabón para eliminar cualquier acumulación de gérmenes y ácaros. También es recomendable usar fundas hipoalergénicas en almohadas y colchones para reducir aún más la exposición a estos microorganismos.
La importancia de la ventilación y la luz solar
Otro consejo útil es aprovechar la luz solar y el aire fresco para reducir la población de ácaros. Abrir las ventanas durante el día permite que el aire circule y que la luz solar, un desinfectante natural, disminuya los niveles de humedad en el ambiente.
Dejar que el espacio de descanso respire y se seque correctamente puede contribuir significativamente a mantenerlo libre de contaminantes y mejorar la calidad del sueño.