¿Es normal odiar a tu pareja? Esto opinan expertos

CIUDAD DE MÉXICO.- En el mundo de las relaciones, a menudo se dice que hay una delgada línea entre el amor y el odio. Esta afirmación ha sido respaldada recientemente por la actriz Jamie Lee Curtis, quien, al hablar de su matrimonio de 40 años con el actor Christopher Guest, afirmó que experimentar sentimientos de odio puede ser casi necesario. Curtis comentó que la clave para su longevidad como pareja incluye no solo la paciencia y la perseverancia, sino también “una buena dosis de odio”.

Curtis explicó que hay momentos en los que las parejas pueden llegar a desearse el mal, pero estos sentimientos pueden cambiar rápidamente. “De repente, literalmente quieren odiarse”, dijo la actriz. Sin embargo, destacó que al día siguiente, un pequeño gesto, como algo gracioso que haga su perro o su hijo, puede llevar a ambos a un lugar diferente. Así, los altibajos emocionales son parte natural de cualquier relación.

La normalidad del odio en las relaciones

Los expertos en relaciones coinciden en que sentir odio por la pareja en ciertos momentos es algo común. Jane Greer, terapeuta de matrimonio y familia, menciona que es normal experimentar esos sentimientos intensos. “Amar a la persona que odias es lo más común del mundo”, afirma Greer, añadiendo que no se debe esperar amar incondicionalmente a la pareja en todo momento. Esta percepción realista puede aliviar la presión que enfrentan muchas parejas que creen que el amor debe ser constante.

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La diferencia crucial entre aquellas parejas que logran mantenerse juntas y las que no, radica en cómo manejan sus emociones en esos momentos de conflicto. Es esencial desarrollar estrategias para enfrentar el descontento antes de que se convierta en un problema mayor.

La importancia de “sudorizar lo pequeño”

Las pequeñas molestias cotidianas, como dejar la tapa del inodoro levantada o acumular zapatos en el suelo, pueden convertirse en grandes problemas si no se abordan a tiempo. La profesora de sociología Terri Orbuch sugiere que es vital “sudorizar lo pequeño”, es decir, tratar esos pequeños irritantes antes de que se agraven. Orbuch, quien ha seguido la vida de cientos de parejas durante 36 años, afirma que estos pequeños problemas pueden llevar a sentimientos de desamor y frustración si se ignoran.

Criticar a la pareja en el momento de la molestia no es la mejor estrategia. Orbuch recomienda encontrar un momento y un lugar adecuados para discutir estos temas, evitando situaciones tensas como después del trabajo o en presencia de los hijos. Este enfoque ayuda a que la conversación sea más constructiva y menos confrontativa.

Comunicar con claridad

Un método efectivo para abordar los problemas es utilizar una técnica que Orbuch denomina “declaraciones XYZ”. Esta estrategia consiste en expresar primero un elogio, seguido del comportamiento que molesta y cómo eso te hace sentir. Por ejemplo, se puede comenzar diciendo: “Aprecio que siempre seas un buen amigo”, seguido de “Cuando dejas tus zapatos en el suelo, me siento frustrado”. Esta forma de comunicación ayuda a que la pareja comprenda el problema sin sentirse atacada.

Identificar un comportamiento específico permite a la pareja reflexionar sobre la situación y buscar soluciones. Evitar generalizaciones o etiquetas negativas es clave para mantener un diálogo saludable y productivo.

Resaltar los momentos positivos

Para ayudar a que los momentos de odio se disuelvan más rápidamente, Greer sugiere construir un “reservorio de emociones positivas”. Esto implica reconocer no solo lo que amas de tu pareja, sino también por qué esos aspectos te hacen sentir bien. Por ejemplo, si tu pareja te regala flores, en lugar de simplemente dar las gracias, puedes expresar cómo te sentiste al recibirlas. Esta apreciación refuerza las emociones positivas y crea un ambiente más amoroso.

Labelar esos “momentos de amor” es importante. Greer enfatiza que es útil verbalizar estos sentimientos, diciendo cosas como: “Sabes, estoy teniendo un momento de amor por ti”. Este tipo de comunicación puede mejorar la conexión emocional y ayudar a enfrentar los desafíos de la relación.

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Conclusiones sobre el amor y el odio

La experiencia de Jamie Lee Curtis y las recomendaciones de los expertos muestran que el amor y el odio pueden coexistir en las relaciones a largo plazo. Es fundamental entender que experimentar conflictos no significa que la relación esté condenada al fracaso. Al contrario, aprender a manejar esos momentos difíciles y resaltar los aspectos positivos puede fortalecer el vínculo entre las parejas.

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La clave radica en la comunicación efectiva y en la disposición para enfrentar las dificultades de manera constructiva. Al final, lo que cuenta es el compromiso y la capacidad de adaptarse a los altibajos emocionales que toda relación conlleva.