¿Qué temperaturas se registran en la Antártida, el lugar más frío de la Tierra?
Con una superficie de aproximadamente 14 millones de kilómetros cuadrados, esta vasta extensión helada, que cubre alrededor del 98% de su masa terrestre
La Antártida, el continente más meridional del planeta, se ha ganado su reputación como el lugar más frío, seco y ventoso de la Tierra. Con una superficie de aproximadamente 14 millones de kilómetros cuadrados, esta vasta extensión helada, que cubre alrededor del 98% de su masa terrestre, alberga algunas de las condiciones climáticas más extremas del planeta. Pero ¿cuál es realmente la temperatura en este inhóspito lugar y cómo ha cambiado con el tiempo?
La Antártida es famosa por ser el continente más frío de la Tierra. En invierno, las temperaturas pueden descender hasta extremos inimaginables. La temperatura más baja jamás registrada en el mundo fue de -89.2 °C, medida en la estación de Vostok, Rusia, en julio de 1983. Sin embargo, aunque esta cifra sigue siendo un récord, las temperaturas promedio durante el invierno suelen oscilar entre los -60 °C y los -70 °C en el interior del continente. En las zonas cercanas al mar, estas cifras pueden ser algo “más cálidas”, con temperaturas que rondan los -50 °C.
Durante el verano, aunque las temperaturas siguen siendo frías, el contraste es notable. En la península antártica, las temperaturas pueden llegar a los 15 °C, mientras que en las regiones costeras se mantienen en torno a los 0 °C. En el interior del continente, los termómetros bajan nuevamente, registrando entre -20 °C y -35 °C, según el Programa Antártico de Estados Unidos. Estas variaciones térmicas dependen de la región y de la estación, lo que convierte a la Antártida en un continente con condiciones muy diversas.
El impacto del cambio climático en la Antártida
El cambio climático no ha pasado desapercibido en la región antártica. De hecho, ha provocado un aumento significativo de las temperaturas en ciertas áreas. Un claro ejemplo de este fenómeno es la península antártica, donde las temperaturas invernales medias han aumentado unos 6 °C desde 1960, según la Enciclopedia Britannica. Esta tendencia ha generado preocupación, ya que podría acelerar el derretimiento de los glaciares y capas de hielo que cubren el continente, amenazando tanto su ecosistema como el nivel del mar a nivel global.
Uno de los momentos más alarmantes ocurrió en febrero de 2020, cuando la base argentina Esperanza registró un nuevo récord de temperatura en la Antártida: 18.3 °C. Este aumento extremo de temperatura, reconocido oficialmente por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), resalta los efectos del calentamiento global en el continente. Este tipo de eventos no solo plantea desafíos para la investigación científica, sino también para la fauna local, que depende del frío extremo para su supervivencia.
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A pesar de las condiciones extremas, la Antártida sigue siendo un espacio de enorme importancia para la investigación científica. Desde la firma del Tratado Antártico en 1959, que estableció un régimen internacional para la protección de la región, la Antártida ha estado protegida para fines científicos. En 1991, con el Protocolo de Madrid, se prohibió la minería y se exigieron evaluaciones de impacto ambiental para cualquier nueva actividad en la zona, destacando la importancia de preservar este ecosistema único.
Con información de Natgeo.
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