Esta tribu amazónica no tiene palabras para los números ni para el tiempo

CIUDAD DE MÉXICO.- En lo profundo de la selva amazónica brasileña, a orillas del río Maici, habita una pequeña comunidad indígena conocida como los pirahã. Este grupo, con menos de 500 miembros, ha capturado la atención de lingüistas y antropólogos de todo el mundo durante décadas. Su lengua, única y desconcertante, ha provocado debates entre expertos, al desafiar ideas profundamente arraigadas sobre la naturaleza del lenguaje humano.

Uno de los aspectos más controvertidos que rodea a los pirahã es su forma de expresión. Investigadores como Daniel Everett han notado que el idioma pirahã carece de recursividad, una característica que, hasta ahora, se consideraba universal en los lenguajes humanos. La recursividad permite construir oraciones complejas, pero en el caso de los pirahã, solo se utilizan frases simples, lo que marca una gran diferencia con la mayoría de las lenguas conocidas.

Una lengua sin tiempos verbales ni números

El idioma pirahã también carece de tiempos verbales tradicionales. A diferencia de la mayoría de las lenguas, en las que existen formas verbales para expresar pasado, presente y futuro, los pirahã se concentran únicamente en el presente. No hablan de eventos que no hayan presenciado personalmente, lo que refleja una visión de vida centrada en el aquí y el ahora.

Además, no tienen un sistema numérico. En lugar de palabras para los números, como “uno” o “tres”, utilizan términos generales como “poco” o “mucho”. Esto ha desconcertado a muchos expertos, ya que contar es considerado una habilidad básica en la mayoría de las culturas. Everett intentó enseñarles a contar en portugués, sin éxito, lo que demuestra que los pirahã no solo carecen de palabras para los números, sino también de la capacidad cognitiva para realizar conteos complejos.

Comunicación a través de silbidos y tonos

Otro aspecto asombroso del idioma pirahã es su flexibilidad en los modos de comunicación. Los pirahã no solo se comunican hablando, sino que también utilizan silbidos, cantos y tarareos. Gracias a la estructura tonal de su idioma, pueden transmitir significados solo con el ritmo y el tono, lo que les resulta útil en la selva amazónica, donde suelen estar dispersos.

Durante actividades cotidianas como la caza o la pesca, se utilizan silbidos para evitar hacer ruidos que puedan ahuyentar a los animales. Este sistema es similar al de algunas lenguas tonales en África o Asia, aunque en los pirahã es más variado y se adapta a diferentes situaciones, destacando aún más la singularidad de este lenguaje.

Relación entre lengua y pensamiento

El caso de los pirahã también pone sobre la mesa la teoría del relativismo lingüístico. Esta teoría, propuesta por Edward Sapir y Benjamin Lee Whorf, sugiere que el idioma que hablamos influye en cómo percibimos el mundo. En el caso de los pirahã, su lengua parece moldear una percepción del mundo enfocada en lo inmediato y en lo que experimentan directamente.

Este enfoque en el presente también influyó en la vida del propio Daniel Everett. Su convivencia con los pirahã no solo lo llevó a replantearse sus ideas sobre el lenguaje, sino también sobre sus creencias religiosas, convirtiéndose en ateo tras su experiencia en la comunidad.

Un lenguaje que sigue desconcertando

El estudio de los pirahã ha desafiado muchas de las ideas preconcebidas sobre lo que define a un lenguaje humano. Desde la falta de recursividad y tiempos verbales hasta su peculiar sistema de comunicación basado en tonos, los pirahã siguen desconcertando a los expertos en lingüística.

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A medida que se profundiza en el estudio de esta lengua y cultura, queda claro que el lenguaje no solo es una herramienta de comunicación, sino también una ventana hacia una manera única de entender y vivir el mundo. Los pirahã, con su forma de vida y su lengua, continúan siendo un enigma fascinante para la ciencia.