Estudio revela que la vestimenta no protege a las mujeres de la dehumanización

CIUDAD DE MÉXICO.- Un reciente estudio publicado en la revista Psychoneuroendocrinology ha arrojado nueva luz sobre la relación entre la vestimenta de las mujeres y la percepción que algunos hombres tienen de ellas. La investigación sugiere que las mujeres vestidas de manera conservadora no están a salvo de la dehumanización por parte de hombres con altos niveles de testosterona, a pesar de que culturalmente se asocie la vestimenta escasa con una mayor promiscuidad. Este hallazgo pone en tela de juicio creencias comunes sobre el acoso y el comportamiento masculino.

Los autores del estudio, liderados por Francesca Luberti de la Universidad Nipissing, señalaron que es un hecho conocido que las mujeres con poca ropa son vistas como menos inteligentes y más propensas a ser acosadas. Esto llevó a los investigadores a preguntarse si los niveles de testosterona en los hombres podrían influir en esta percepción. “Es importante entender los mecanismos que llevan a la dehumanización de las mujeres”, comentó Luberti en una declaración a PsyPost.

La dehumanización se refiere a ignorar las cualidades humanas de una persona, como su capacidad para sentir emociones o comportarse de manera ética. Investigaciones previas han mostrado que los niveles de testosterona en los hombres están relacionados con comportamientos sociales, incluyendo la agresión sexual y la impulsividad, que a menudo se basan en la dehumanización del otro.

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Metodología del estudio

Para llevar a cabo la investigación, los científicos reclutaron a 20 hombres de entre 18 y 38 años con niveles saludables de testosterona. Estos hombres participaron en dos experimentos en los que se les administraron dosis suplementarias de la hormona o un placebo. Posteriormente, vieron un video que presentaba a una mujer vestida de forma conservadora o provocativa, pero que actuaba de la misma manera en ambos casos. Al final, los hombres completaron una serie de tareas que demostraban su tendencia a dehumanizar a las mujeres.

Los resultados indicaron que los hombres que recibieron testosterona adicional eran más propensos a dehumanizar incluso a las mujeres vestidas de manera conservadora, en comparación con aquellos que no recibieron hormonas. Sin embargo, los niveles de testosterona no afectaron la visión de los hombres sobre las mujeres que vestían ropa reveladora, quienes fueron dehumanizadas de igual forma, confirmando así las nociones sociales negativas sobre la sexualidad femenina.

Luberti expresó sorpresa por los resultados:

No esperábamos que la testosterona no aumentara la dehumanización emocional hacia una mujer sexualizada, como habíamos predicho, sino que más bien llevó a la dehumanización de una mujer no sexualizada.

Esto sugiere que el problema de la dehumanización de las mujeres trasciende su forma de vestir.

Implicaciones del estudio

La conclusión del estudio destaca que la sexualización de las mujeres contribuye a la dehumanización emocional hacia ellas. Sin embargo, el aumento de los niveles de testosterona puede desencadenar este tipo de dehumanización incluso en ausencia de señales de sexualización. Esto sugiere que factores biológicos y culturales se entrelazan en la forma en que los hombres perciben y tratan a las mujeres.

Los investigadores reiteraron que la testosterona es solo uno de los muchos factores que influyen en el comportamiento de los hombres hacia las mujeres. Este estudio llama a una mayor investigación sobre la intersección entre la fisiología humana y la educación social, sugiriendo que es crucial comprender cómo las normas culturales y los factores biológicos se afectan mutuamente.

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Este tipo de estudios son fundamentales para abordar la problemática de la violencia de género y el acoso, y pueden ayudar a desmantelar prejuicios dañinos que afectan la vida de muchas mujeres. A medida que la sociedad continúa reflexionando sobre estas cuestiones, es importante fomentar un diálogo informado y basado en la evidencia para promover una mayor igualdad y respeto entre géneros.