Física moderna revela el misterioso movimiento oculto en las pinceladas de Van Gogh

En el ámbito científico, diversas áreas parecen converger en un esfuerzo por desentrañar los misterios del universo, desde la exploración de las lunas de Júpiter hasta el análisis de una de las obras maestras de Van Gogh. Estos estudios abarcan tanto el vasto espacio como los detalles más pequeños que ofrecen nuevas perspectivas sobre nuestra comprensión de la física y el arte.

El 2024 ha sido un año crucial para la misión de la NASA con destino a Europa, una de las lunas de Júpiter. La nave espacial interplanetaria Europa Clipper se ha equipado con unos de los paneles solares más grandes jamás construidos, de 30.5 metros de largo. Estos serán fundamentales para alimentar los instrumentos científicos que investigarán si el océano bajo la superficie helada de Europa puede albergar vida.

A medida que la nave se dirige hacia Júpiter, se enfrenta a un entorno extremadamente hostil: temperaturas de -240 grados Celsius y una radiación intensa. Para garantizar su funcionamiento, los ingenieros han llevado a cabo pruebas exhaustivas en condiciones de frío extremo, algo vital ya que la nave tardará más de cinco años en llegar a su destino.

Una vez allí, los paneles solares generarán 700 vatios de electricidad, lo suficiente para operar todos los instrumentos y sistemas de la nave. El objetivo principal de la misión es detectar agua líquida bajo la capa de hielo de Europa, lo que podría indicar la posibilidad de vida en este remoto rincón del sistema solar.

Mientras la exploración espacial avanza, los físicos han vuelto la mirada hacia la Tierra para analizar una obra de arte icónica. Un equipo de investigadores chinos y franceses ha utilizado la física de fluidos para estudiar “La noche estrellada” de Vincent van Gogh. El análisis, publicado en Physics of Fluids, explora la representación del cielo en la pintura bajo la teoría de la turbulencia.

Las pinceladas de Van Gogh, con sus remolinos y ondas, revelaron características sorprendentes que coinciden con las teorías modernas de la física atmosférica. Los científicos descubrieron que las formas y la energía representadas en el cielo de la obra se alinean con la ley de Kolmogorov, que predice el comportamiento de los flujos atmosféricos.

Este estudio no solo demuestra la habilidad artística de Van Gogh, sino también su capacidad innata para capturar los fenómenos naturales de una manera que resuena con la ciencia moderna. De manera fascinante, los científicos encontraron que el arte puede ofrecer pistas sobre la naturaleza del universo, incluso en campos como la física de fluidos.

En el otro extremo del espectro, el Ártico también está dando señales preocupantes. El hielo marino alcanzó uno de sus mínimos históricos en el verano de 2024, continuando una tendencia de décadas de disminución. Este año, la extensión del hielo se redujo a 4.28 millones de kilómetros cuadrados, una cifra alarmante si se compara con el promedio de finales del siglo XX.

Los investigadores de la NASA y el National Snow and Ice Data Center (NSIDC) señalan que el hielo no solo está disminuyendo en superficie, sino también en espesor. Gran parte del hielo más antiguo y grueso ha desaparecido, lo que indica que el Ártico podría estar en peligro de perder su capa de hielo durante los próximos años de veranos cálidos.

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Mientras tanto, los científicos continúan trabajando para comprender uno de los enigmas más grandes del universo: la materia oscura. Un reciente estudio del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) sugiere que la materia oscura podría interactuar no solo a través de la gravedad, como se creía anteriormente, sino también con otras fuerzas. Este nuevo hallazgo podría abrir la puerta a una comprensión más profunda sobre la naturaleza de esta misteriosa sustancia, que representa el 85 % de la materia en el universo.

Con información de Sin Embargo.