La naturaleza muerta de William Roberts y su mirada cubista
Roberts se definía a sí mismo como un “cubista inglés”.
William Roberts, uno de los más destacados vorticistas británicos, dejó una huella única en el arte del siglo XX. Este grupo de artistas, que emergió del cubo-futurismo, se propuso revitalizar el arte británico y establecer una vanguardia propia. El término “vorticismo”, acuñado por el poeta Ezra Pound, se refiere al “vórtice”, considerado el punto de máxima energía. En este contexto, Roberts se destacó por su singularidad, a menudo manteniéndose al margen de las corrientes dominantes de su tiempo.
Roberts se definía a sí mismo como un “cubista inglés”, y su obra ciertamente refleja influencias cubistas, aunque con un carácter distintivo. En su pieza titulada Nature Morte (también conocida como The Painter), Roberts ofrece una interpretación intrigante del género de la naturaleza muerta. Aunque la obra presenta elementos típicos de este estilo, como una botella y una calavera, no se limita a lo convencional. A diferencia de las representaciones tradicionales de la naturaleza muerta, la obra se aleja del enfoque habitual, convirtiéndose en un comentario sobre la vida y la muerte.
La acuarela, de 49,5 x 31,8 cm, muestra a un artista pintando lo que parece ser una naturaleza muerta, pero el verdadero protagonista es la pintura colgada en el fondo, que representa un acto sexual. Este elemento de pasión contrasta notablemente con la figura del pintor, un hombre gris y maduro que podría recordar al profesor Farnsworth de Futurama, sugiriendo un posible autorretrato del artista en sus años cincuenta.
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Roberts utiliza una paleta cubista para retratar su oficio, al tiempo que reflexiona sobre diversos temas: los géneros artísticos, las técnicas, y las relaciones entre la vida y la muerte. A través de esta obra, el artista nos invita a contemplar el arte en su totalidad, fusionando rectas y curvas, y explorando la profundidad de la experiencia humana en menos de medio metro. Actualmente, esta fascinante pieza forma parte de la colección del Museum & Art Swindon en el Reino Unido, donde continúa inspirando a nuevas generaciones de amantes del arte.
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