Engañaron a mujer con un anuncio de Airbnb; se quedó impactado cuando vio que debajo de las sábanas había dos mesas plegables
Una mujer descubrió que la “cama” de su Airbnb en Nebraska era en realidad dos mesas plegables cubiertas con un edredón, lo que generó un video viral en TikTok con más de 8.7 millones de vistas.
CIUDAD DE MÉXICO.- Después de horas de viaje, muchos vacacionistas anhelan hundirse en un cómodo colchón de un hotel o en la cama de una casa de alquiler. Sin embargo, no siempre las expectativas se cumplen. Este fue el caso de una joven que descubrió que la cama de su Airbnb en Nebraska no era lo que parecía. Un video viral en TikTok mostró que, en lugar de un acogedor lugar para dormir, la cama estaba formada por dos mesas plegables cubiertas con un edredón. “No es lo que parece”, exclamó la joven en el clip que rápidamente captó la atención de más de 8.7 millones de espectadores.
Kristen Downard, una entrenadora de porristas de Florida, fue quien compartió el video. En él, su hermana y dos amigas se enfrentaban a esta insólita realidad. “Cuando mi hermana me envió el video, mi boca literalmente se abrió”, comentó Downard, que optó por mantener en el anonimato el nombre de su hermana por motivos de privacidad. A pesar de que Downard ya estaba familiarizada con las extrañas situaciones que pueden ocurrir en alojamientos de Airbnb, reconoció que esta era excepcionalmente sorprendente.
No obstante, este incidente no es un caso aislado dentro de la plataforma de alquiler de casas. Otros inquilinos han tenido experiencias igualmente desconcertantes. Erica Watkins, una mujer de 23 años, abandonó un Airbnb en el sur rural de EE. UU. después de encontrarse con decoraciones racialmente ofensivas en la casa. Por su parte, Kennedy Calwell, una creadora de contenido canadiense, se vio obligada a irse al descubrir una cámara oculta en un enchufe, grabando momentos íntimos de los huéspedes. “Nos fuimos de la casa. La policía revisó el lugar y se llevaron las cámaras”, relató Calwell en un video que alcanzó más de 7.6 millones de vistas.
A pesar de que la experiencia de Downard y sus amigas pudo haber resultado en risas, los comentarios en redes sociales no fueron tan amables. Muchos usuarios cuestionaron la legalidad de ofrecer una cama que en realidad es una estructura improvisada. “Ese dinero debería estar de vuelta en mi cuenta en el momento que destape esa manta”, afirmó un comentarista indignado. Otros expresaron su sorpresa ante la necesidad de verificar la existencia de camas en los alojamientos, sugiriendo que esto podría ser un indicio de prácticas engañosas por parte de los anfitriones.
Downard, por su parte, confesó sentirse mal por haber compartido el video sin el permiso de su hermana, aunque el incidente ha resonado en redes y ha abierto un debate sobre la seguridad y la calidad de los alojamientos en plataformas como Airbnb. “Me siento mal por hacer que esto se volviera viral sin su permiso”, declaró Downard, reflexionando sobre las implicaciones de la viralidad en la vida privada de las personas.
Este tipo de situaciones plantea una preocupación creciente sobre la confianza en el modelo de negocio de los alquileres a corto plazo. Con el aumento de los casos reportados de experiencias inusuales o incluso peligrosas, los vacacionistas se encuentran en una posición vulnerable al momento de elegir sus alojamientos. A medida que la comunidad sigue compartiendo sus experiencias, es crucial que tanto los anfitriones como los inquilinos mantengan un diálogo abierto sobre las expectativas y la realidad de las estancias en casas de alquiler.