¿Conoces el islote con la mayor densidad de población del mundo? La isla más densa del mundo y su increíble forma de vida

Santa Cruz del Islote, una pequeña isla en el Caribe colombiano, ha capturado la atención mundial por ser el territorio más densamente poblado del planeta. Con una superficie menor a la de un campo de fútbol y más de 800 habitantes (algunos estiman cerca de mil), esta isla cuenta con una densidad de alrededor de 60,000 personas por kilómetro cuadrado, lo que plantea grandes desafíos para sus residentes. A pesar de su reducido espacio, la comunidad ha desarrollado una notable capacidad de adaptación.

Al caminar por las estrechas callejuelas de Santa Cruz del Islote, es evidente la falta de espacio. Las viviendas están tan cercanas entre sí que, a veces, es necesario pasar por las casas de los vecinos para llegar a destino. Sin embargo, a pesar de estas limitaciones, los habitantes han sabido convivir de manera armoniosa. Las calles son limpias, y todo lo que necesitan, desde agua potable hasta alimentos, debe ser traído en barcos desde tierra firme.

Uno de los mayores retos para esta comunidad es la obtención de agua potable. Aunque están rodeados de mar, el agua dulce tiene que ser transportada desde el continente, un viaje que toma más de 40 minutos en barco. Esto ha hecho que la distribución de recursos como el agua y el combustible sea un esfuerzo comunitario. Los grandes barriles de agua se colocan afuera de las casas para que todos puedan acceder a este bien tan preciado.

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La curiosa escuela ubicada en el cráter de un volcán en Colombia

A pesar de las dificultades, Santa Cruz del Islote es una isla vibrante y llena de vida. La música se escucha por doquier, y no es raro encontrarse con celebraciones espontáneas en las calles. El juego de dominó es una actividad diaria, mientras que las peleas de gallos y las apuestas forman parte de la cultura local. Incluso los más jóvenes participan en este tipo de entretenimientos, demostrando cuán arraigadas están estas tradiciones en la isla.

El ambiente en la isla es festivo, y los habitantes disfrutan de la música champeta y los bailes en las calles. Además, los productos del mar son un manjar cotidiano: las empanadas de mariscos, preparadas por los lugareños, son un deleite para quienes visitan la isla.

La población actual del islote tiene raíces africanas, y muchos de sus primeros habitantes llegaron a finales del siglo XIX. Sin embargo, fue después de 1960 cuando se produjo el verdadero boom demográfico. La comunidad, en su mayoría, se dedicaba a la pesca, actividad que sigue siendo esencial para su sustento.

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La isla cuenta con una pequeña clínica a la que acuden médicos de manera rotativa para atender las necesidades básicas de salud. Para problemas más graves, los pacientes deben ser trasladados a centros de salud más grandes en el continente. Hasta hace pocos años, las parteras locales se encargaban de traer a los bebés al mundo, una tradición que ha sido reconocida incluso por la UNESCO.

En Santa Cruz del Islote, la única escuela del lugar fue clausurada debido a las condiciones inseguras en las que se encontraba. La infraestructura se deterioró a tal punto que ya no era seguro continuar impartiendo clases, lo que obligó a las autoridades a cerrarla.