El “planeta algodón de azúcar” que desafía las teorías sobre la formación planetaria

CIUDAD DE MÉXICO.- En la década de 1990, la astronomía vivió una revolución con el descubrimiento de los primeros exoplanetas, es decir, planetas que orbitan estrellas más allá de nuestro sistema solar. Este hito marcó el inicio de una era de innovación en la exploración espacial. El primer gran avance ocurrió en 1995, cuando los astrónomos Michel Mayor y Didier Queloz identificaron 51 Pegasi b, un planeta gigante gaseoso ubicado a 50 años luz de la Tierra. Este descubrimiento demostró que existían mundos más allá del Sol, cambiando la visión que teníamos del universo.

El exoplaneta 51 Pegasi b sorprendió a los científicos por sus características: aunque tenía una masa similar a la de Júpiter, su órbita era extremadamente cercana a su estrella, completando una vuelta en tan solo cuatro días. Esta observación fue crucial para entender la diversidad de planetas que podrían existir en el cosmos. Desde entonces, más de 5,000 exoplanetas han sido descubiertos, revelando una amplia gama de mundos con propiedades muy distintas a las de nuestro sistema solar.

WASP-107b: un planeta que desafía las teorías

Entre los exoplanetas más inusuales descubiertos en los últimos años se encuentra WASP-107b, un gigante gaseoso que parece desafiar las teorías existentes sobre la formación y evolución de los planetas. Descubierto en 2018, este exoplaneta se encuentra a 212 años luz de la Tierra, en la constelación de Virgo. Lo que más desconcierta a los científicos es su baja densidad: aunque tiene un tamaño comparable al de Júpiter, su masa es menos de una décima parte, lo que lo convierte en uno de los planetas más “esponjosos” conocidos.

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Apodado “exoplaneta algodón de azúcar”, WASP-107b tiene un núcleo sorprendentemente grande para su masa y una cantidad inusualmente baja de metano en su atmósfera. Estas características han llevado a los astrónomos a cuestionar los modelos actuales de formación planetaria. Un estudio publicado en 2021 concluyó que más del 85% de la masa de este exoplaneta está concentrada en su gruesa capa de gas, lo que lo hace aún más enigmático.

Observaciones con el Telescopio James Webb

Recientemente, el Telescopio Espacial James Webb permitió a los astrónomos obtener más información sobre este extraño planeta. Utilizando el telescopio, el equipo de investigación descubrió una asimetría en la atmósfera de WASP-107b, lo que sugiere diferencias de temperatura entre sus hemisferios. En un lado, la atmósfera está más inflada, con una diferencia de altura de 900 kilómetros respecto al otro lado. Este fenómeno se debe a la constante influencia gravitatoria de su estrella, lo que genera temperaturas muy distintas entre el lado diurno y el nocturno.

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Este descubrimiento ha añadido una capa de complejidad a la comprensión de los exoplanetas de baja densidad. A pesar de tener una de las atmósferas más frías entre los exoplanetas conocidos, con temperaturas que rondan los 500 grados Celsius, WASP-107b sigue siendo considerablemente más caliente que la Tierra. Este planeta sigue siendo un objeto de estudio clave para los científicos, que buscan entender mejor su comportamiento y formación en comparación con otros planetas de su tipo.