“Es la última clase y la puerta no quiere abrir”: Maestro y alumnos se quedan encerrados en la última clase del turno de la noche
Este insólito momento ha provocado reacciones mixtas en redes sociales, desde quienes lo ven como una anécdota graciosa hasta quienes sienten empatía por la tensión del momento, evidenciando cómo situaciones cotidianas pueden volverse inesperadamente virales.
MÉXICO-. Un video que documenta una peculiar situación en una escuela ha capturado la atención en redes sociales. La grabación muestra cómo un aula entera, incluyendo al profesor, quedó encerrada tras finalizar la última clase del turno vespertino.
Se quedaron encerrados en la última clase
Lo insólito del caso es que, alrededor de las 8 de la noche, la puerta del salón se negó a abrir, y por más intentos que hicieron tanto alumnos como el maestro, la cerradura no cedía.
En el video, se observa cómo varios estudiantes intentan abrir la puerta con la llave e incluso forzándola, sin éxito. A medida que pasa el tiempo, los alumnos, resignados, se sientan con las luces apagadas, alumbrándose solo con sus celulares, esperando alguna solución.
La grabación se corta sin aclarar si finalmente lograron salir, pero la joven que lo compartió en TikTok, aparentemente una de las alumnas afectadas, escribió en la descripción: “Tenía que pasarme a mí”.
El video rápidamente acumuló más de 154 mil reacciones y provocó todo tipo de comentarios, algunos humorísticos: “De repente se prende la televisión y sale Jigsaw diciendo que quiere jugar un juego,” y otros preocupados: “No me imagino los que todavía se van en transporte público”.
¿Qué pasó después?
Debido al interés, la estudiante subió una segunda parte aclarando lo ocurrido. En esta continuación, explica que, después de 25 minutos atrapados y sin luz, un trabajador de la escuela, junto con algunas personas, lograron abrir la puerta utilizando un cuchillo. Finalmente, todos pudieron salir tras casi media hora de encierro.
Este insólito momento ha provocado reacciones mixtas en redes sociales, desde quienes lo ven como una anécdota graciosa hasta quienes sienten empatía por la tensión del momento, evidenciando cómo situaciones cotidianas pueden volverse inesperadamente virales.