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Esta famosa pintura tiene un efecto hipnótico llamado “bucle de atención sostenida”, la ciencia lo explica

Un estudio reciente revela que la famosa pintura de Johannes Vermeer, “La joven de la perla”, genera un fenómeno neurológico llamado “bucle de atención sostenida”, que mantiene al espectador cautivado.

CIUDAD DE MÉXICO.- La pintura “Meisje met de parel”, conocida como “La joven de la perla” o “Muchacha con turbante”, es una de las obras más fascinantes de la historia del arte. Creada por el maestro holandés Johannes Vermeer en el siglo XVII, este retrato ha cautivado la atención de los espectadores durante siglos. Sin embargo, más allá de su evidente belleza, un reciente estudio ha revelado que existe una razón neurológica detrás del encanto que provoca en quienes la contemplan.

El estudio, comisionado por el museo Mauritshuis en La Haya, donde se exhibe la pintura, fue realizado por la empresa de neurociencia Neurensics. Los investigadores descubrieron que, al observar la obra, se activa un fenómeno conocido como “bucle de atención sostenida”. Este proceso mantiene al espectador cautivado, dirigiendo su mirada continuamente entre tres puntos clave del retrato: el ojo de la joven, su boca y el pendiente de perla.

Un fenómeno cerebral fascinante

El “bucle de atención sostenida” no solo aumenta el tiempo que las personas pasan observando el cuadro, sino que también genera una respuesta emocional más intensa. Según Martin de Munnik, uno de los líderes del estudio, esta repetición involuntaria del movimiento ocular entre los tres puntos genera una mayor atracción visual. Además, activa el precúneo, una parte del cerebro vinculada a la conciencia y la identidad personal, lo que refuerza el vínculo emocional con la pintura.

Otro aspecto que resalta la investigación es la importancia de ver arte en su forma original. Los resultados muestran que la reacción emocional al contemplar la obra original es diez veces más fuerte que al observar una réplica. Esto subraya el valor de visitar museos y experimentar el arte en su contexto físico, ya que las reproducciones digitales o en papel no logran el mismo efecto en el cerebro.

La técnica de Vermeer y su impacto

La técnica utilizada por Vermeer también juega un papel crucial en la forma en que el cerebro reacciona a la pintura. A diferencia de otras obras del artista, donde los personajes suelen estar ocupados en actividades cotidianas, en “La joven de la perla” la protagonista mira directamente al espectador, creando una conexión inmediata. Los tres puntos focales mencionados anteriormente, sumados a la habilidad de Vermeer para manipular la luz y los detalles, hacen que el observador quede atrapado en un ciclo constante de atención.

Este descubrimiento no solo ayuda a comprender por qué esta obra es tan especial, sino que también plantea interrogantes sobre otras pinturas icónicas. Investigaciones futuras podrían analizar si cuadros como “La Mona Lisa”, famosa por su enigmática sonrisa, también generan un patrón similar de atención sostenida en el cerebro de quienes la contemplan.

La relación entre arte y neurociencia

El estudio del “Meisje met de parel” es un avance importante dentro del campo de la neuroestética, una disciplina que explora cómo el arte impacta el cerebro humano. Expertos como Erik Scherder, neuropsicólogo de la Universidad Libre de Ámsterdam, señalan que la contemplación de arte activa múltiples áreas del cerebro, provocando excitación y estimulando la fantasía. Scherder destaca que el arte tiene un valor significativo para el desarrollo cognitivo y emocional, lo que refuerza la importancia de fomentar el acceso al arte desde una edad temprana.

Además, la investigación abre la puerta a nuevos estudios sobre cómo percibimos el arte y cómo influye en nuestro bienestar. Al comprender mejor el impacto neurológico del arte, podemos profundizar en cómo estas experiencias sensoriales contribuyen a nuestra identidad y emociones.

Un nuevo enfoque para el futuro

El vínculo entre arte y ciencia es cada vez más evidente. Este estudio no solo arroja luz sobre la magia detrás de “La joven de la perla”, sino que también plantea nuevas preguntas sobre la manera en que percibimos el arte en general. Mientras las investigaciones continúan, el poder de esta obra para cautivar tanto a científicos como a espectadores sigue siendo indiscutible.

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En resumen, la combinación de arte y neurociencia nos permite comprender mejor cómo interactuamos con las obras maestras. El “Meisje met de parel” no solo es un ícono de la pintura, sino también un ejemplo perfecto de cómo el arte puede activar circuitos neuronales profundos, invitándonos a explorar la conexión entre nuestros sentidos y emociones.

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