¿Por qué en China tienen la tradición de beber agua caliente?

CIUDAD DE MÉXICO.- La costumbre de beber agua caliente en China se remonta a más de 2000 años, cuando se instauró como una medida de higiene pública para evitar la propagación de enfermedades. Esta práctica, conocida popularmente como el “martini chino”, ha perdurado hasta la actualidad como una tradición cotidiana. Su origen está vinculado a la Medicina Tradicional China, que recopiló investigaciones sobre la salud desde tiempos del emperador Huangdi, entre el 2698 y el 2598 a.C.

En el famoso libro Huangdi Neijing, se documentaron los beneficios de beber agua caliente o hirviendo, estableciendo una relación entre el consumo de agua caliente y la protección del sistema digestivo. Esta práctica se convirtió en una política de salud pública en China, especialmente a partir del siglo XX. A lo largo de los años, diversas campañas gubernamentales impulsaron el hábito de hervir el agua como una forma de evitar enfermedades, debido a la falta de acceso a agua potable segura en el pasado.

El “martini chino” y su impacto en la salud

El término “martini chino” hace referencia al consumo cotidiano de agua hirviendo en China, donde incluso los dispensadores públicos solo ofrecen agua caliente. Para obtener agua fría, las personas suelen comprarla en supermercados. Este hábito fue formalizado en la década de 1930 durante el Movimiento Nueva Vida, cuando se consideraba que beber agua caliente era una forma más higiénica de consumo, ya que eliminaba los microorganismos presentes en el agua.

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Con la llegada del comunismo en 1952, el gobierno chino lanzó varias campañas para fomentar el consumo de agua caliente entre la población, moldeando una costumbre que ha perdurado hasta hoy. Esta tradición se originó en las aldeas rurales, donde el agua de los ríos debía hervirse para eliminar bacterias, lo que sentó las bases para el hábito actual.

Beneficios para el sistema digestivo

Uno de los principales beneficios de beber agua caliente, según la Medicina Tradicional China, es la protección del sistema digestivo. Se cree que el consumo de agua fría puede afectar negativamente al estómago, provocando afecciones como gastritis, úlceras y debilidad renal. En cambio, el agua caliente nutre el “yang” del cuerpo, que es visto como una fuente de energía vital para el buen funcionamiento de los órganos.

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Este hábito milenario no solo protege el sistema digestivo, sino que también refuerza el sistema inmunológico al eliminar bacterias y microorganismos del agua. Aunque el acceso a agua potable en los hogares chinos ha mejorado significativamente, muchas personas continúan hirviendo el agua como una medida de precaución antes de consumirla, asegurando así su seguridad y bienestar.