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La antigua pirámide submarina de Japón sigue siendo uno de los grandes misterios del mundo

Lo que algunos consideran una ciudad de 10,000 años construida por una civilización desaparecida, otros lo atribuyen a un fenómeno geológico natural.

Bajo las aguas que rodean la isla Yonaguni, en Japón, se ocultan unas formaciones que han desconcertado a expertos durante décadas. Lo que algunos consideran una ciudad de 10,000 años construida por una civilización desaparecida, otros lo atribuyen a un fenómeno geológico natural. Este enigma, conocido como el Monumento de Yonaguni, sigue sin resolverse más de 37 años después de su descubrimiento.

La pirámide submarina y la teoría de una antigua civilización

En 1986, un buzo local tropezó con unas estructuras en forma de pirámide con escalones casi perfectamente rectos, lo que despertó la curiosidad de científicos como el biólogo marino Masaaki Kimura. Desde entonces, ha dedicado más de 15 años a estudiar el sitio, llegando a la conclusión de que estas formaciones son los restos de una ciudad perdida. Según Kimura, las estructuras incluyen una pirámide escalonada, castillos, templos, un arco y un estadio, todos conectados por lo que parecen ser caminos.

Kimura sostiene que las estructuras podrían haber sido construidas por los Jōmon, un grupo de cazadores-recolectores que habitaban las islas de Japón hace más de 12,000 años. Incluso ha identificado marcas de canteras y figuras esculpidas en las rocas, como una esfinge submarina que, según él, se asemeja a un antiguo rey chino o okinawense.

Además, Kimura considera posible que el Monumento de Yonaguni estuviera vinculado a la legendaria isla del Pacífico llamada Mu, que supuestamente fue tragada por el mar tras un gran cataclismo. La región, ubicada en el Anillo de Fuego del Pacífico, es conocida por su actividad sísmica, lo que refuerza su teoría de que un tsunami de proporciones colosales pudo haber sumergido la ciudad hace miles de años.

El debate continúa: ¿Mano humana o naturaleza?

A pesar de las teorías de Kimura, no todos los expertos coinciden con la idea de una ciudad antigua sumergida. Robert Schoch, profesor de la Universidad de Boston, cree que las formaciones son simplemente el resultado de procesos geológicos. Según Schoch, las plataformas y terrazas observadas son características típicas de las areniscas, que tienden a romperse en planos rectos, especialmente en zonas con gran actividad tectónica como Yonaguni.

Schoch también argumenta que los supuestos grabados o marcas en las rocas, que Kimura interpreta como evidencia de una civilización antigua, son en realidad rasguños naturales causados por remolinos submarinos o criaturas marinas. Aunque ha buceado en el sitio, asegura que no ha visto ninguna evidencia que sugiera que las estructuras sean artificiales.

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Un misterio aún sin resolver

A pesar de los años de investigación y las teorías contrapuestas, el Monumento de Yonaguni sigue siendo un misterio sin resolver. Tanto las pruebas a favor de una civilización perdida como las que apoyan una explicación geológica son convincentes, pero ninguna ha logrado poner fin al debate.

El fondo del mar alrededor de Yonaguni guarda, quizás, una verdad que aún está por descubrir. Y mientras tanto, la intrigante “pirámide” submarina sigue siendo una de las grandes incógnitas del mundo, despertando la fascinación de quienes buscan respuestas en las profundidades del océano.

Con información de Indy 100.

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