Científicos proponen utilizar “polvo de diamante” para enfriar el planeta

En la lucha contra el cambio climático, científicos del Instituto de Ciencia Atmosférica y Climática de ETH Zúrich han propuesto una solución sorprendente: utilizar polvo de diamante para enfriar la Tierra. Si bien la idea es innovadora y podría tener un impacto significativo en la temperatura global, también viene acompañada de un enorme costo económico.

¿Cómo surgió la idea?

El equipo de investigadores ha estado experimentando con aerosoles en la atmósfera para descubrir cuáles podrían tener un efecto de enfriamiento. Anteriormente, estudios se centraron en el dióxido de azufre, conocido por reflejar la luz solar y reducir las temperaturas. Sin embargo, este compuesto tiene limitaciones serias. Entre ellas, su capacidad para causar lluvia ácida, dañar la capa de ozono y alterar los patrones climáticos.

Debido a estos riesgos, los científicos dirigieron su atención hacia otros materiales más seguros. Fue así como surgió la posibilidad de utilizar polvo de diamante, que podría reducir la temperatura global en hasta 1.6°C.

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¿Cómo funciona el polvo de diamante?

Para probar esta teoría, los investigadores de ETH Zúrich crearon un modelo climático en 3D que les permitió estudiar cómo interactúan diferentes aerosoles con la luz y el calor, y cuánto tiempo permanecen en la atmósfera. Entre los siete materiales evaluados (diamante, aluminio, carburo de silicio, anatasa, rutilo, dióxido de azufre y calcita), el polvo de diamante resultó ser el más eficiente. Los científicos descubrieron que estas diminutas partículas reflejaban la mayor cantidad de luz y calor, además de ser menos propensas a agruparse en la atmósfera, lo que aumentaba su efectividad.

El polvo de diamante también mostró efectos secundarios menos perjudiciales para el clima y la circulación atmosférica en comparación con el dióxido de azufre, lo que lo convierte en el candidato más prometedor para la inyección de aerosoles estratosféricos, según los investigadores.

A pesar de los resultados alentadores, la implementación de esta tecnología tendría un costo extremadamente elevado. Se estima que el proyecto requeriría una inversión de casi 200 billones de dólares (153 billones de libras) para llevarse a cabo durante el resto del siglo.

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Los científicos son conscientes de que el precio es descomunal, pero argumentan que, dada la gravedad de la crisis climática, cualquier solución innovadora merece ser explorada. De hecho, el equipo sugiere que se realicen más investigaciones sobre el comportamiento de las partículas en la atmósfera y sus propiedades ópticas, para afinar el proceso y reducir costos en el futuro.

Con información de Indy 100.