Se hace posible que dos personas se comuniquen en sus sueños: un avance revolucionario en neurociencia
Una startup californiana, REMspace, ha logrado que dos personas se comuniquen durante sueños lúcidos, un avance revolucionario en neurociencia.
CIUDAD DE MÉXICO.- Imagina irte a dormir y, en lugar de soñar en solitario, poder conectarte con tus amigos dentro de ese mundo onírico. La idea, que parece sacada de una película de ciencia ficción, está más cerca de ser realidad gracias a los avances en la neurociencia. Una startup californiana, REMspace, ha logrado que dos personas se comuniquen entre sí durante sueños lúcidos, lo que representa un avance revolucionario en la forma en que entendemos los sueños y la comunicación.
Este logro, que ha sido comparado con el auge de la Inteligencia Artificial (IA) por su potencial impacto, plantea muchas preguntas. ¿Es realmente positivo que podamos usar el tiempo de descanso para conectarnos con otros o aprender nuevas cosas? Mientras algunos celebran este hito como un cambio masivo, otros se preguntan si esto podría transformar la forma en que experimentamos el descanso.
El impacto de los sueños lúcidos
Los sueños lúcidos se producen cuando una persona es consciente de que está soñando, lo que ocurre durante la fase de sueño REM. REMspace ha trabajado durante años en este campo, investigando la capacidad de decodificar sonidos emitidos durante el sueño. Su último desarrollo, un lenguaje denominado “Remmyo”, es detectado por sensores especializados y fue clave para el reciente experimento que permitió la comunicación en sueños.
Michael Raduga, fundador y CEO de REMspace, afirma que este avance cambiará por completo cómo interactuamos con el mundo de los sueños y, a su vez, cómo la tecnología influye en nuestras relaciones humanas. Comparándolo con la evolución de la IA, Raduga cree que, en el futuro, la comunicación en sueños será tan común como el uso de los teléfonos inteligentes en la actualidad.
Avances y posibles riesgos
El experimento que confirmó este hito consistió en que dos personas, monitorizadas desde sus hogares, lograron intercambiar una palabra mientras dormían. Usando auriculares y un sistema que seguía sus ondas cerebrales, el primer participante recibió una palabra generada por el servidor, la cual fue repetida y, más tarde, enviada al segundo participante, quien la confirmó al despertar.
Aunque estos avances son asombrosos, también abren la puerta a posibles riesgos. Uno de los principales es la posibilidad de que los periodos de descanso se conviertan en momentos productivos, afectando la capacidad de desconexión cerebral que ofrece el sueño. Si bien puede resultar atractivo estar en contacto con amigos incluso mientras dormimos, también puede generar preocupaciones sobre la invasión del descanso personal.
Futuro prometedor, pero incierto
A pesar de las dudas, el equipo de REMspace sigue enfocado en sus próximos objetivos. El más ambicioso es lograr una comunicación en tiempo real durante los sueños lúcidos, lo que permitiría a las personas interactuar de forma instantánea mientras duermen. Aunque este desafío es más complejo, los investigadores confían en alcanzarlo en los próximos meses, lo que señala un avance tecnológico muy avanzado.
No obstante, se cuestiona hasta qué punto estas nuevas capacidades oníricas serán positivas. Convertir los sueños en otro espacio de interacción social o aprendizaje podría cambiar por completo la manera en que experimentamos el descanso y la desconexión. Los avances tecnológicos parecen avanzar rápidamente hacia esa posibilidad, pero queda por ver cómo afectará a la vida cotidiana.
Reflexiones sobre el impacto en el descanso
Algunos expertos sugieren que esta nueva tecnología podría tener consecuencias no deseadas. Si los sueños se convierten en un espacio para interactuar y aprender, es posible que las personas se sientan obligadas a aprovechar esos momentos para ser productivas. Esto podría generar una presión adicional en una sociedad que ya lucha por encontrar un equilibrio entre la vida laboral y el descanso.
En definitiva, aunque los avances en la comunicación onírica son impresionantes y prometen revolucionar la neurociencia y la tecnología, también es fundamental considerar sus posibles efectos en la salud mental y el bienestar general de las personas. El futuro de los sueños podría estar a punto de cambiar, pero aún falta definir si este cambio será para mejor o si, por el contrario, nos hará repensar el valor del descanso.