Cómo detener el sobrepensamiento cuando todo lo que quieres es dormir

Últimamente, dormir a una hora razonable se ha convertido en un desafío para muchas personas. Aunque el cuerpo esté completamente agotado, la mente puede seguir activa, atrapada en una espiral de pensamientos incesantes. Estos pensamientos no necesariamente son ansiosos, pero pueden abarcar desde pendientes diarios hasta conversaciones pasadas. Este tipo de insomnio puede estar relacionado con la ansiedad, incluso si no somos conscientes de ello.

El término “ansiedad de alto funcionamiento” ha ganado popularidad en los últimos años, aunque no existe un consenso médico claro sobre su definición. Según el profesor de psicología John Groeger, aunque este tipo de ansiedad no es incapacitante, puede generar problemas como fatiga, pérdida de sueño y malestar emocional que eventualmente afectan nuestra calidad de vida.

La conexión entre la ansiedad y el sueño

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El estrés y la ansiedad, incluso cuando no son debilitantes, pueden ser grandes enemigos del descanso. El profesor Groeger explica que solo podemos dormir cuando estamos lo suficientemente agotados o relajados, pero el estrés retrasa este proceso al mantenernos demasiado alerta para descansar. Esto se debe a que la ansiedad activa una respuesta de supervivencia en nuestro cuerpo que nos impide relajarnos lo suficiente como para dormir.

La falta de sueño, a su vez, agrava la ansiedad, creando un círculo vicioso que afecta el rendimiento diario, la concentración e incluso nuestras relaciones. En respuesta, muchas personas recurren al café, el azúcar o incluso el alcohol para contrarrestar el agotamiento, pero estos hábitos pueden empeorar la situación.

Estrategias para romper el ciclo de sobrepensamiento

Entonces, ¿cómo podemos interrumpir este ciclo de sobrepensamiento y ansiedad para mejorar nuestro sueño? Los expertos recomiendan algunas estrategias:

1. Escribir un diario o hablar con alguien de confianza: Esto permite procesar tus pensamientos antes de acostarte, evitando que lleves tus preocupaciones a la cama.
2. Enfocarse en lo positivo: Piensa en las cosas que salieron bien durante el día, o si no puedes recordar ninguna, rememora un día anterior que fue positivo.
3. Evitar situaciones estresantes antes de dormir: Intenta alejarte de confrontaciones o situaciones que aumenten tu ansiedad, y evita el consumo de alcohol o cafeína en exceso.
4. Hacer ejercicio temprano: Realizar actividad física, especialmente al aire libre, puede ayudarte a reducir los niveles de estrés y mejorar la calidad del sueño.

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Finalmente, el profesor Groeger subraya la importancia de buscar ayuda profesional si estos problemas persisten, además del apoyo de las personas cercanas.

Dormir bien es fundamental para la salud mental y física, y romper el ciclo del sobrepensamiento puede ser un paso crucial para lograrlo.

Con información de Metro.