Cosas que no sabías sobre la Peste Negra: Nuevas perspectivas sobre una antigua pandemia
La Peste Negra, que devastó Europa entre 1347 y 1351, mató entre 25 y 50 millones de personas, pero recientes investigaciones han revelado que la pandemia fue más compleja de lo que se creía.
CIUDAD DE MÉXICO.- Entre 1347 y 1351, la Peste Negra devastó Europa, acabando con millones de vidas y marcando uno de los episodios más oscuros de la historia humana. Este brote, atribuido tradicionalmente a la bacteria Yersinia pestis transmitida por pulgas de ratas, ha sido objeto de diversas interpretaciones a lo largo de los años. Sin embargo, investigaciones recientes han comenzado a desafiar varios de los mitos que rodean a esta catástrofe histórica, revelando una pandemia más compleja de lo que se pensaba.
¿Solo la bacteria Yersinia pestis fue responsable?
Durante décadas, se creyó que la única causa de la Peste Negra fue la Yersinia pestis, identificada por el bacteriólogo Alexandre Yersin en 1894. No obstante, estudios más recientes han sugerido la presencia de otros patógenos que también podrían haber contribuido a la devastación. Investigaciones genéticas han encontrado pruebas de infecciones virales, como la fiebre hemorrágica, que podrían haber coexistido con la peste, agravando el impacto de la enfermedad.
Además, la velocidad con la que se propagó la peste en algunos territorios ha llevado a algunos científicos a proponer que la enfermedad pudo haber sido también neumónica, es decir, transmitida por el aire. Esto contrasta con la teoría tradicional de una transmisión exclusiva a través de pulgas de ratas, lo que sugiere que la peste avanzó de formas más rápidas y letales de lo que se pensaba.
¿Las ratas fueron las principales transmisoras?
La imagen de ratas propagando la enfermedad por toda Europa es una de las más recurrentes cuando se habla de la Peste Negra. Si bien es cierto que las ratas jugaron un rol en la transmisión, estudios recientes sugieren que no fueron tan decisivas como se ha creído. De hecho, no se ha encontrado evidencia suficiente de un aumento masivo en la población de ratas durante los brotes, lo que ha llevado a algunos investigadores a proponer que los verdaderos portadores de las pulgas y piojos que transmitieron la peste fueron, en muchos casos, los propios humanos.
Esta nueva teoría, respaldada por estudios como el publicado en 2018 en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, ha cambiado la percepción sobre el papel de las ratas en la propagación de la enfermedad, dejando en claro que otros factores, como la falta de higiene y el hacinamiento en las ciudades, fueron claves para su rápida expansión.
El impacto de la peste en la higiene y el feudalismo
Uno de los mitos más extendidos es que la Europa medieval era sucia e insalubre, lo que habría facilitado la propagación de la Peste Negra. Si bien las condiciones sanitarias no eran comparables a las actuales, las ciudades medievales como Londres y París sí contaban con medidas de limpieza pública y preocupación por la higiene personal. Sin embargo, más que la falta de limpieza, fue la estructura social y la concentración de personas en espacios reducidos lo que realmente favoreció la transmisión de la peste.
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Otro mito común es que la Peste Negra fue la causa directa del colapso del feudalismo. Aunque la enfermedad provocó importantes cambios en la economía, el declive del sistema feudal fue un proceso mucho más largo y complejo, influenciado por factores políticos, sociales y económicos que iban más allá de la pandemia.
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