“El que no corre, vuela”: ¿Cuál es el origen de este refrán?

MÉXICO.-Los refranes han sido una parte fundamental de la cultura y la comunicación en diversas sociedades, ya que no solo permiten transmitir conocimiento y sabiduría, sino que lo hacen de una forma muy creativa y particular.

Expresiones como “El que no corre, vuela” ofrecen una ventana hacia la sabiduría popular acumulada a lo largo del tiempo. Este refrán, en particular, tiene un significado profundo en cuanto a la importancia de la velocidad y la astucia para lograr el éxito en un mundo competitivo. Veamos a fondo su relevancia en la cultura, su significado y el origen detrás de estas palabras tan certeras.

¿Cuál es el significado detrás de este refrán?

“El que no corre, vuela” se refiere a la necesidad de actuar rápidamente para aprovechar las oportunidades o evitar desventajas. En la vida cotidiana, la frase sugiere que quien no se mueve con rapidez o no toma la iniciativa, corre el riesgo de quedarse atrás. Está relacionado con la competencia y el dinamismo del mundo actual, donde es crucial estar alerta y preparado para cualquier situación.

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“Más vale maña que fuerza”: Conoce el origen y significado de este refrán

Este refrán puede aplicarse a diversas circunstancias: desde el mundo laboral, donde las oportunidades pueden ser arrebatadas en cuestión de segundos, hasta interacciones sociales, donde la agilidad mental es clave para no ser superado por los demás.

Asimismo, en las interacciones sociales, este refrán destaca la habilidad para adaptarse, aprender rápido y estar siempre un paso adelante. Ya sea en un entorno de trabajo, negociaciones o incluso en la vida familiar, esta frase subraya la urgencia de actuar sin demora. Es una forma de advertir que siempre habrá alguien más dispuesto a adelantarse si uno se demora.

¿Cuál es el origen detrás de este refrán?

El origen de este refrán es difícil de rastrear con exactitud, sin embargo, tiene raíces en la sabiduría popular hispana, posiblemente proveniente de la época colonial, donde las clases sociales competían por recursos y poder. Aunque hoy en día tiene una aplicación más general, su esencia se mantiene: quien no es rápido o astuto, puede ser superado fácilmente por aquellos que se mueven con mayor velocidad o inteligencia.