El significado y origen de los colores tradicionales de Halloween: negro y naranja
Estos tonos no solo aportan el ambiente escalofriante y festivo, sino que también tienen un origen profundo y significativo que se remonta a las antiguas celebraciones paganas y a la naturaleza misma.
MÉXICO.-Cuando pensamos en Halloween, es inevitable visualizar los colores que han definido esta festividad a lo largo del tiempo, es decir, el negro y naranja.
Estos tonos no solo aportan el ambiente escalofriante y festivo, sino que también tienen un origen profundo y significativo que se remonta a las antiguas celebraciones paganas y a la naturaleza misma.
Anteriormente, habíamos explorado los orígenes del Halloween o bien, de donde proviene la tradición de “Dulce o trato”
El significado del color naranja en Halloween.
El color naranja está directamente relacionado con el otoño y la temporada de la cosecha, un momento clave para las antiguas civilizaciones celtas, quienes celebraban el festival de Samhain, considerado como el precursor de Halloween. Durante esta época, se creía que el final de la temporada de cosecha marcaba el comienzo del invierno, un periodo de oscuridad y frío.
El naranja, presente en los frutos y vegetales de la temporada, como las calabazas y las hojas que cambian de color, representa la vitalidad y la abundancia.
Además, el naranja se asocia con las hogueras que los celtas encendían para rendir tributo a sus dioses y para protegerse de los espíritus que, según sus creencias, vagaban durante esta transición entre las estaciones.
Este color simboliza la vida en su máximo esplendor antes de la llegada del invierno, una representación de la energía y el calor que contrasta con la oscuridad que se aproxima.
El negro: misterio y muerte
Por otro lado, el color negro ha sido siempre un símbolo de lo desconocido, lo misterioso y, especialmente, de la muerte. Para los celtas, Samhain no solo marcaba el final de la cosecha, sino que también era el momento en que el velo entre el mundo de los vivos y los muertos era más delgado, permitiendo la conexión con el más allá.
Este contacto con los espíritus de los fallecidos llenaba de temor a las comunidades, quienes asociaban el negro con la noche y los peligros que acechaban en la oscuridad. El negro también representa la llegada del invierno, donde la naturaleza parece morir, las noches son más largas y los días se vuelven fríos y sombríos.
A lo largo de los siglos, este color ha conservado su simbolismo como representación del fin de los ciclos, la muerte física y espiritual, y lo oculto que está más allá de nuestra comprensión.
Un equilibrio entre la vida y la muerte.
La combinación de estos dos colores crea un equilibrio visual y simbólico. Mientras que el naranja representa la vida y la prosperidad de la cosecha, el negro es el recordatorio de que la muerte y lo desconocido siempre están presentes, acechando en las sombras. Esta dualidad entre la luz y la oscuridad, entre lo vibrante y lo sombrío, define a Halloween como una festividad que celebra tanto el cambio como el misterio que rodea al ciclo de la vida.
A través de los siglos, estos colores han trascendido las tradiciones celtas y se han convertido en un sello distintivo de Halloween. Hoy en día, decoraciones, disfraces y símbolos del 31 de octubre están impregnados de naranja y negro, manteniendo viva la esencia de esta festividad ancestral que nos recuerda el inevitable paso del tiempo y los ciclos de la naturaleza.
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