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Prueba el atole de Día de Muertos de Jalisco

El atole de mandarina y cempasúchil es una experiencia sensorial que conecta a quienes lo prueban con la cultura y la espiritualidad del Día de Muertos.

Prueba el atole de Día de Muertos de Jalisco

El Día de Muertos es una de las tradiciones más queridas y significativas en México. Durante esta celebración, las familias se reúnen para honrar a sus seres queridos que ya no están, colocando en sus ofrendas objetos, alimentos y bebidas que evocan la esencia de quienes partieron. Uno de los elementos que destaca en esta época en Jalisco es el atole de mandarina y cempasúchil, una bebida que resalta por sus sabores únicos y su conexión con el misticismo de esta festividad.

Una bebida con historia y significado

El atole de mandarina y cempasúchil es más que una simple bebida caliente; es un símbolo de hospitalidad y homenaje hacia los difuntos. En México, el atole ha estado presente en las ofrendas desde tiempos prehispánicos, considerado una bebida que reconforta tanto a los vivos como a las almas que regresan. En el caso de Jalisco, esta variante incorpora dos ingredientes especiales: la mandarina, que se cosecha en otoño, y el cempasúchil, la flor que ilumina las ofrendas y simboliza el camino espiritual.

El cempasúchil, o “flor de muerto”, tiene un color vibrante y un aroma inconfundible que, según la tradición, guía a las almas de regreso a casa. Por otro lado, la mandarina aporta un toque fresco y dulce, perfecto para esta temporada y que, junto con el maíz, la leche y las especias, convierte al atole en un deleite que invita a las personas a mantener vivas sus raíces.

Cómo preparar el atole de mandarina y Cempasúchil

Preparar esta bebida es sencillo y requiere ingredientes que se encuentran fácilmente en el otoño. Aquí tienes la receta:

  • 3 tazas de leche
  • 1 taza de agua
  • 150 g de masa de maíz
  • Cáscara de mandarina (para darle el toque cítrico)
  • Canela (al gusto)
  • Azúcar o piloncillo (al gusto)
  • 1 cucharada de cúrcuma
  • Pétalos limpios de flor de cempasúchil
  1. Base del atole: Comienza disolviendo la masa de maíz en leche para evitar grumos y, una vez lista, agrega la cáscara de mandarina, la cúrcuma y la canela. Esta combinación creará una mezcla fragante y cálida.
  2. Infusión de cempasúchil: Licúa los pétalos de cempasúchil con el agua hasta que obtengas un líquido homogéneo. Añade esta infusión a la mezcla de leche y maíz, removiendo constantemente.
  3. Cocción: Cocina el atole a fuego medio por unos 10 minutos, o hasta que la mezcla espese ligeramente. Agrega azúcar o piloncillo al gusto.
  4. Servir: Al momento de servir, espolvorea un poco de canela en la superficie. Esta bebida se disfruta mejor acompañada de pan dulce.

Más que un sabor, una tradición

El atole de mandarina y cempasúchil es una experiencia sensorial que conecta a quienes lo prueban con la cultura y la espiritualidad del Día de Muertos. Cada sorbo de esta bebida es un recordatorio de la riqueza gastronómica y cultural de México y una forma de mantener vivas las tradiciones.

Un verdadero tesoro de Jalisco que acompaña la celebración de uno de los días más importantes en el calendario mexicano.

Con información de Gourmet de México.

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