Chilatequile, el manjar ceremonial de los nahuas en Guerrero
Tradicionalmente, este platillo era parte de los rituales de sacrificio.
El chilatequile es un platillo que cobra especial protagonismo durante la celebración del Día de Muertos en Guerrero, destacando la rica herencia gastronómica de la región. En un país tan diverso como México, muchas recetas han logrado perdurar en comunidades a lo largo del tiempo, siendo el Día de Muertos una de las festividades que resalta por su variedad culinaria, que incluye desde el emblemático pan de muerto hasta el mucbipollo en el sur del país. Guerrero, con su vibrante cultura, ofrece al mundo el chilatequile, un guiso que tiene mucho que contar sobre la identidad y tradición de sus pueblos.
La importancia de un guisado histórico como el chilatequile
Dentro de la vasta oferta gastronómica de Guerrero, los guisados son una parte esencial de la dieta en los hogares. Celebraciones significativas como el Día de Muertos no se toman a la ligera; cada elemento, desde la decoración hasta la comida, tiene su razón de ser. El chilatequile se distingue por su versatilidad en ingredientes, que varían según la región y la preferencia del cocinero, aunque algunos elementos son imprescindibles en su elaboración. La carne de res o cerdo es fundamental, y los chiles secos, especialmente el ancho y el guajillo, aportan un carácter único al platillo. Además, las verduras cocidas complementan perfectamente este guiso, enriqueciéndolo en sabor y textura.
La elaboración del chilatequile es un proceso arduo que lo convierte en un manjar reservado para ocasiones especiales. Tradicionalmente, este platillo era parte de los rituales de sacrificio, simbolizando su naturaleza divina. En la actualidad, el chilatequile se acompaña obligatoriamente con tamales de elote, en lugar de tortillas o pan, lo que realza su autenticidad. También existe una variante costera conocida como ‘huentli’, que utiliza pescado seco, aprovechando la riqueza del litoral guerrerense. La preparación de ambas versiones inicia la noche del 31 de octubre, permitiendo que se reserve una porción para la ofrenda, reforzando así el vínculo entre la comida y la memoria familiar.
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Respeto por las tradiciones culinarias
El chilatequile es mucho más que un platillo; es una manifestación cultural que evidencia la vibrante historia de los pueblos originarios de Guerrero. Este guiso ceremonial se sirve en eventos de gran relevancia, como bodas, festividades religiosas y, por supuesto, el Día de Muertos. Mantener viva esta receta celebra la identidad guerrerense.
Con un sabor inconfundible y una rica historia, el chilatequile representa el alma de Guerrero. Si deseas sumergirte en el legado culinario de México, el Día de Muertos es la ocasión perfecta para disfrutar del chilatequile y descubrir la esencia de una de las celebraciones más significativas del país.
Con información de Gourmet de México.