Cómo tu trabajo y cuenta bancaria pueden afectar tu riesgo de desarrollar demencia
La educación reduce un 43% el riesgo de deterioro cognitivo, mientras que la riqueza disminuye un 26% la probabilidad de progresar hacia la demencia.
CIUDAD DE MÉXICO.- Un estudio reciente publicado en Scientific Reports revela que los adultos de mediana edad con estudios superiores y un nivel socioeconómico alto tienen menos probabilidades de experimentar deterioro cognitivo leve, condición que en algunos casos puede progresar hacia la demencia. Los hallazgos sugieren que tanto el nivel educativo como la riqueza económica juegan un rol importante en la protección del cerebro ante el envejecimiento y la pérdida de funciones cognitivas.
Impacto de la educación en la salud cognitiva
Según el estudio, contar con estudios universitarios reduce en un 43% las probabilidades de que una persona pase de un estado cognitivo saludable a uno de deterioro leve. Esta reducción significativa se atribuye a que la educación universitaria, en muchos casos, implica una mayor estimulación mental, lo cual fortalece la llamada “reserva cerebral”. Este concepto se refiere a la capacidad del cerebro para resistir daños y mantener sus funciones a pesar del envejecimiento o enfermedades.
El estudio, liderado por Aswathikutty Gireesh de la University College London (UCL), se basó en el seguimiento de 8,442 adultos británicos durante una década. Los participantes proporcionaron información sobre su nivel educativo, ocupación y riqueza, y su estado cognitivo fue evaluado mediante pruebas y diagnósticos médicos.
La influencia de la riqueza en la progresión del deterioro
Además de la educación, el estudio encontró que pertenecer al tercio más rico de la población reduce en un 26% el riesgo de que una persona con deterioro cognitivo leve avance hacia la demencia. Este hallazgo sugiere que la estabilidad económica podría ofrecer un entorno de vida menos estresante y con mayores oportunidades para acceder a recursos que favorecen la salud mental y el bienestar general.
El equipo de investigación observó que los participantes con mayor riqueza tenían un 56% más de probabilidad de recuperarse de un estado de deterioro cognitivo leve y volver a un estado saludable, en comparación con quienes contaban con menos recursos.
Llamado a políticas de bienestar cognitivo
La investigación concluye con un llamado a implementar políticas que fomenten el bienestar mental y cognitivo en todas las capas socioeconómicas. Los autores sugieren que estos esfuerzos no solo beneficiarían a los individuos, sino también a los sistemas de salud y a la sociedad en general, al reducir la carga que representa el deterioro cognitivo en edades avanzadas.
Dorina Cadar, coautora principal del estudio, enfatizó la importancia de estos hallazgos al señalar que la posibilidad de recuperación en casos de deterioro leve es clave para mejorar la calidad de vida en la vejez y aliviar las presiones sobre los servicios de salud.
Causas y prevención del deterioro cognitivo
El deterioro cognitivo, especialmente en sus fases avanzadas como la demencia, afecta a millones de personas en el mundo. Factores como la falta de actividad física, la presión arterial alta, el tabaquismo y el aislamiento social también incrementan el riesgo de esta condición. Según el estudio, incluso el ejercicio físico ocasional puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo, destacando la importancia de un estilo de vida saludable para el bienestar cerebral.
Este estudio resalta cómo el acceso a la educación y a una economía estable no solo beneficia en términos de éxito laboral o estabilidad financiera, sino que también puede ser un escudo protector para la salud mental en los últimos años de vida.
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