¿Cuál es el efecto del consumo de alcohol en la memoria a largo plazo?

CIUDAD DE MÉXICO.- El consumo de alcohol puede afectar directamente la capacidad del cerebro para preservar la memoria, según explica el neurólogo Richard Restak en su libro Complete Guide to Memory: The Science of Strengthening Your Mind. En su obra, Restak detalla cómo el abuso de bebidas alcohólicas durante un periodo prolongado puede dañar la estructura cerebral, especialmente a partir de los 65 años, cuando el cerebro experimenta una pérdida acelerada de neuronas.

“Estudios recientes demostraron que el alcohol puede deteriorar las conexiones neuronales, impactando negativamente en la plasticidad cerebral”, afirmó Restak. Este daño afecta la capacidad del cerebro para procesar y almacenar información, agravando los problemas cognitivos en la tercera edad. Además, el neurólogo subrayó que la oxidación cerebral provocada por el consumo de alcohol, especialmente vino y cerveza, contribuye a la pérdida de memoria, una de las principales preocupaciones en esta etapa de la vida.

Moderación y alternativas

Aunque lo ideal sería evitar el consumo de alcohol por completo para proteger la salud cerebral, Restak señala que, en situaciones excepcionales, una ingesta moderada —como un vaso de cerveza o vino a la semana— podría ser aceptable. Sin embargo, enfatiza que el exceso debe evitarse a toda costa, ya que incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden contribuir a la deshidratación y al deterioro cerebral.

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Por otro lado, los especialistas recomiendan ejercicios mentales para reforzar la memoria y contrarrestar los efectos del envejecimiento. Estas actividades pueden incluir tareas cotidianas que estimulen la retención de información reciente o la práctica de recordar eventos importantes del pasado, dependiendo del tipo de memoria que se desee entrenar.

Tipos de memoria y su cuidado

La memoria se clasifica en tres tipos principales: inmediata, a corto plazo y a largo plazo. Cada una cumple funciones específicas en el proceso de retener información. La memoria inmediata permite recordar datos por unos segundos, como un número telefónico. Para ejercitarla, se pueden realizar actividades sencillas, como intentar recordar qué se comió la noche anterior.

La memoria a corto plazo, por su parte, almacena información durante minutos u horas. Para fortalecerla, los especialistas sugieren reflexionar sobre eventos recientes, como las actividades del último fin de semana. Finalmente, la memoria a largo plazo guarda experiencias y conocimientos significativos, requiriendo mayor esfuerzo para su entrenamiento, como rememorar hitos importantes de la vida.

Concientización y prevención

Los hallazgos de Restak subrayan la importancia de cuidar la salud cerebral, especialmente en edades avanzadas. La moderación en el consumo de alcohol, combinada con la práctica de ejercicios mentales, puede ser clave para preservar la memoria y mantener una buena calidad de vida.

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Con esta información, los especialistas buscan sensibilizar a la población sobre la relación entre los hábitos de vida y la salud cognitiva. Adoptar medidas preventivas a tiempo puede marcar la diferencia en el envejecimiento cerebral y la capacidad de recordar.