LONDRES-. El 21 de noviembre, Londres fue testigo de un encuentro que unió dos mundos muy diferentes, pero igualmente fascinantes.

Con motivo de la conmemoración del Día Mundial de los Récords Guinness, se dio lugar un choque de gigantes, literalmente. La mujer más pequeña del mundo, Jyoti Amge, se reunió con la mujer más alta, Rumeysa Gelgi, en un evento que sorprendió y cautivó a todos.

Celebrando las diferencias entre las personas

Amge, quien mide apenas 63 centímetros, es conocida por su título de “la mujer más pequeña del mundo”. A sus 30 años, es una figura emblemática que padece de enanismo primordial, una condición que detiene el crecimiento en la infancia.

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Por su parte, Gelgi, supera los 2 metros y 15 centímetros, lo que la convierte en la mujer más alta del mundo. A sus 27 años, Gelgi también es abogada e investigadora, y padece el síndrome de Marfan, una condición genética que afecta el tejido conectivo y propicia un crecimiento excepcional.

El encuentro entre ambas se llevó a cabo en un ambiente relajado y cordial, donde ambas compartieron una animada conversación mientras tomaban el té y se conocían mejor.

A pesar de sus marcadas diferencias físicas, las dos mujeres encontraron puntos en común y mostraron una gran empatía y respeto mutuo durante la reunión, un claro recordatorio de que los récords Guinness no solo celebran lo extraordinario, sino también la diversidad humana.

Este evento resalta no solo la celebración de los logros excepcionales, sino también la importancia de la inclusión y la admiración por las singularidades que hacen de cada persona un ser único.