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Hombre sufrió un accidente que podría haberle costado la vida: Lo salvó un rebaño de cabras salvajes

Gravemente herido, adoptó instintos animales para resistir, descansando y ayunando.

Hombre sufrió un accidente que podría haberle costado la vida: Lo salvó un rebaño de cabras salvajes

CIUDAD DE MÉXICO.- Morgan Segui, un hombre que siempre buscó aventuras, vivió una de las experiencias más extremas de su vida en las remotas selvas de Timor Oriental. Después de una caída de casi 40 metros por un acantilado, Segui se encontró gravemente herido, sin esperanza de supervivencia. Al recobrar la consciencia, su cuerpo estaba ensangrentado y con graves fracturas, mientras su mente luchaba con la certeza de que iba a morir. La experiencia, sin embargo, le brindaría una lección invaluable sobre la resiliencia humana y el poder de la naturaleza.

Segui se encontraba solo, perdido en la selva, con el dolor de sus lesiones y sin ayuda cerca. El impacto de la caída le había dejado la cabeza severamente dañada y los dedos rotos, lo que lo hizo pensar que no lograría sobrevivir. “Sentía que tenía la camiseta mojada, pero no sabía de dónde venía el líquido. Cuando me toqué la cabeza, sentí como se me había desprendido parte del cuero cabelludo, como una banana pelada”, relató al programa Outlook de la BBC.

A pesar de la desesperación, Segui recurrió a su instinto animal y optó por descansar y dejar que su cuerpo sanara por sí solo. Influenciado por su conocimiento sobre cómo los animales curan sus heridas, el hombre adoptó una actitud de paciencia y aceptación, confiando en que su cuerpo encontraría la manera de sobrevivir en la jungla.

El camino hacia la aventura: un espíritu de exploración

Morgan Segui comenzó su vida de aventuras desde joven, impulsado por su imaginación y el amor por los relatos de Maurice Sendak. Desde niño, soñaba con cruzar mares y encontrarse con criaturas misteriosas, lo que lo llevó a abandonar la escuela y unirse al circo como acróbata profesional. Segui alcanzó un alto nivel en su carrera, participando en eventos importantes como la inauguración del Mundial de Fútbol de 1998 en Francia, donde se desempeñó como la mascota del evento, el gallo Footix.

Sin embargo, a pesar del reconocimiento y el éxito, Segui comenzó a cuestionar su vida profesional. Un pensamiento surgió mientras se encontraba en lo más alto del Stade de France, a 45 metros de altura: “Toda esta plata, todo este esfuerzo, toda mi vida, no los voy a dedicar solo a grandes eventos, quiero hacer algo más”. Fue así que decidió dejar atrás las acrobacias y emprender su camino por el mundo, probando diversos oficios y sumergiéndose en nuevas culturas.

En 2017, su búsqueda lo llevó a Timor Oriental, donde la belleza natural de la isla y las historias locales sobre el monte Manucoco, un pico sagrado, llamaron su atención. Impulsado por su amor por el senderismo, Segui se embarcó en una nueva aventura, sin imaginar que esta sería la más peligrosa de todas.

El reto de la montaña y la caída fatal

Al llegar a la isla Ataúro, Segui se enfrentó a la imponente montaña Manucoco, conocida en la región por su altura de 1,000 metros y su significado cultural. Decidido a conquistarla, comenzó el ascenso, ignorando las advertencias de los lugareños de que ya era tarde para hacerlo. A medida que subía, la selva se volvía más densa y oscura, sumergiéndolo en un ambiente misterioso y mágico.

Tras llegar a la cima, Segui decidió descender por el mismo camino, lo que resultó ser un error fatal. La ruta lo condujo a un cañón, atrapándolo entre la jungla y un acantilado de 40 metros. Decidió escalarlo, pero el terreno resbaladizo y las raíces que intentó usar como soporte no resistieron su peso. La caída fue devastadora. Afortunadamente, después de quedar inconsciente durante varias horas, Segui recuperó la conciencia, pero la sensación de que su vida estaba a punto de terminar se apoderó de él.

El miedo, el dolor y la tristeza lo envolvieron mientras luchaba por mantenerse consciente. En sus delirios, temía por sus hijos, preocupándose de que nunca sabrían lo que ocurrió con él. “Lo que más me mortificaba eran mis hijos”, confesó Segui. Sin embargo, fue en ese momento cuando su actitud cambió y adoptó una nueva perspectiva sobre la vida.

La sorprendente ayuda de las cabras salvajes

Durante la tercera noche en la selva, después de varios días de agonía y desesperación, Segui escuchó ruidos extraños provenientes de lo que parecía un animal grande acercándose a él. Para su sorpresa, no era otro que un grupo de cabras salvajes. En un giro inesperado de la historia, estas cabras le dieron la clave para salir de la jungla.

Segui observó cómo las cabras, con su agilidad, subían un estrecho sendero en las rocas, y decidió seguirlas. “Cuando vi a las cabras, supe que no estaba perdido”, recordó con alivio. Aprovechando la dirección que las cabras le indicaron, Segui usó todas sus fuerzas para levantarse y seguir su rastro, a pesar de las fracturas y el agotamiento extremo. Finalmente, después de un día entero de esfuerzo, llegó a la cima de la colina y encontró un cultivo de piña, señal de que la civilización estaba cerca.

El rescate y la lección de vida

Con el corazón lleno de esperanza, Segui llegó a una casa en las cercanías, donde un hombre llamado Moisés lo recibió. Aunque su apariencia era desgarradora, Moisés lo abrazó y lo llevó a su hogar para recibir atención médica y comida. En ese momento, Segui experimentó una profunda gratitud, al darse cuenta de la solidaridad humana en un momento de gran vulnerabilidad.

Tras 5 días de sufrimiento, Segui finalmente fue rescatado y llevado de regreso a la capital. El acto de bondad de Moisés, quien le había dedicado tiempo en medio de una tragedia personal, dejó una huella imborrable en Segui. “Ahora tengo que volver porque estoy preparando el funeral de mi hija”, le dijo Moisés, un recordatorio de la fortaleza humana y la importancia de la empatía.

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La experiencia cambió profundamente a Morgan Segui. Ahora, además de apreciar las cosas simples de la vida, como el agua potable, se dedica a ayudar a la comunidad de Ataúro, promoviendo proyectos para mejorar la calidad de vida en la isla, especialmente en lo que respecta al acceso al agua.

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