¿Árbol de navidad natural o artificial? Lo que dicen los expertos sobre la contaminación que dejan
Se acercan las últimas semanas del año, y con ello, las festividades navideñas.
Se acercan las últimas semanas del año, y con ello, las festividades navideñas. La llegada de la Navidad trae consigo una tradición clásica: decorar un árbol. Sin embargo, en 2024, el debate sobre elegir entre un árbol natural o uno artificial sigue generando opiniones divididas. Aquí exploramos las diferencias, impactos y opciones más sostenibles.
Árboles naturales: ¿una opción verde?
Hace algunos años, los árboles naturales eran vistos con escepticismo debido a preocupaciones sobre la tala ilegal. Hoy en día, en México, existen iniciativas como la certificación de la Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales), que garantiza una producción sostenible. Esta certificación cubre aspectos ambientales, sociales y económicos, promoviendo prácticas responsables en los bosques.
Impacto ambiental
Cuando las fiestas terminan, el impacto de desechar un árbol natural varía:
- Compostarlo o triturarlo para áreas verdes genera aproximadamente 3.5 kg de CO2e.
- Si se desecha como basura común, la cifra sube hasta 16 kg de CO2e.
Además, la forestación destinada a producir estos árboles ofrece beneficios ambientales durante su crecimiento: generan oxígeno, capturan carbono y crean refugio para fauna silvestre. Clint Springer, profesor de biología en la Universidad Saint Joseph’s, destaca que los árboles de Navidad son cultivos diseñados para ser cosechados, no una amenaza para los bosques, indica Xataka.
Programas locales como el de recolección de árboles en la Ciudad de México permiten darles un nuevo uso, como abono. A cambio, incluso puedes recibir una planta para tu hogar, incentivando el ciclo sostenible.
Árboles artificiales: practicidad con una huella más grande
Por otro lado, los árboles artificiales presentan sus propios desafíos. Están fabricados con materiales como PVC y otros derivados del petróleo, que no son reciclables. Además, su producción y transporte, a menudo desde países lejanos, generan una huella de carbono significativa, que puede llegar hasta 40 kg de CO2e por unidad.
Reutilización: la clave
La recomendación para disminuir su impacto es usar el árbol artificial durante al menos 12 años, lo que lo hace una opción más sostenible a largo plazo. Entre sus ventajas destacan:
- Durabilidad y reutilización.
- Mantenimiento casi nulo.
- Fácil transporte y almacenamiento.
Otras alternativas sostenibles
Si buscas reducir al máximo tu impacto ambiental, considera estas opciones:
- Renta de árboles vivos en maceta. Estos requieren solo riego y cuidado básico, y después son devueltos para ser replantados.
- Árboles creativos. Usa luces LED y materiales reciclados para diseñar un árbol único en casa, evitando completamente la compra de uno nuevo.
En conclusión, la elección depende de tus necesidades y compromiso ambiental. Si valoras la tradición y el reciclaje, un árbol natural certificado es ideal. Si prefieres durabilidad y reutilización, uno artificial es tu mejor opción. Y si quieres innovar, las alternativas sostenibles te permitirán celebrar con conciencia ecológica.
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