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El mensaje en una botella de 1892 encontrado en un faro escocés

Un mensaje del pasado emerge tras 132 años en el faro de Corsewall.

Un grupo de ingenieros que realizaba reparaciones en el faro de Corsewall, en Escocia, descubrió un mensaje en una botella oculto dentro de las paredes del edificio. Este mensaje, escrito con pluma y tinta, fue dejado por un equipo de ingenieros hace 132 años, documentando su labor en este histórico faro que domina las aguas del mar de Irlanda.

El descubrimiento ocurrió durante los trabajos de restauración en el faro, que fue construido en 1817 cerca de la aldea de Kirkolm. Dentro de una botella de vidrio, sellada con un corcho envejecido y alambre oxidado, los técnicos encontraron un mensaje fechado el 4 de septiembre de 1892. La nota detalla la instalación de una nueva linterna y un lente Fresnel, además de los nombres de los ingenieros y guardianes que participaron en el proyecto.

Ross Russell, uno de los técnicos responsables del hallazgo, expresó su asombro:

Ser la primera persona en tocar esta botella después de 132 años fue simplemente increíble. Es un hallazgo que sucede una vez en la vida.”

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El mensaje del pasado

El mensaje relata con precisión el trabajo realizado por el equipo de ingenieros de la firma James Milne & Son, que viajó desde Edimburgo para modernizar el faro. La carta también menciona a los encargados del faro en ese entonces, los señores Wilson, Henderson y Lockhart, quienes operaban la linterna y las lentes rotativas en una época previa a la automatización.

Para acceder al mensaje, los técnicos utilizaron herramientas improvisadas, incluyendo una combinación de cables y un mango de escoba, dado lo inaccesible del lugar donde estaba oculta la botella. Barry Miller, el actual guardián del faro, fue quien finalmente logró extraer con cuidado la nota. Según sus palabras:
“Fue como conocer a nuestros colegas del pasado. Leer su escritura era como sentir su presencia en el equipo.”

El mensaje será devuelto a su escondite original tras la finalización de las reparaciones, junto con una nueva carta escrita por los técnicos actuales, manteniendo así una tradición que podría sorprender a futuras generaciones.

Mike Bullock, director ejecutivo de la Junta de Faros del Norte, destacó la conexión entre las generaciones de técnicos:
“Estoy seguro de que James Wells y sus colegas estarían encantados de saber que su legado sigue vivo y que el faro de Corsewall continúa guiando a los navegantes.”

Durante casi dos siglos, este faro ha sido un punto de referencia vital para los marineros que navegan por las aguas turbulentas del Loch Ryan. Aunque el edificio fue automatizado en 1994, la Junta de Faros del Norte sigue encargándose de su mantenimiento y supervisión desde Edimburgo.

Con información de Daily Mail.

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