ESTADOS UNIDOS-. El mundo entero se conmovió con el reciente video de Koko, la gorila famosa por su capacidad para comunicarse con los seres humanos a través del lenguaje de señas.

Este video, uno de los últimos registrados antes de su fallecimiento el 19 de junio de 2018, ha sido interpretado por muchos como una emotiva despedida, un mensaje de la gorila hacia la humanidad.

Una gorila extraordinaria

Koko nació el 4 de julio de 1971 en el Zoológico de San Francisco, donde fue criada en un entorno controlado, pero con un enfoque innovador que cambiaría su vida y la forma en que los seres humanos veían a los primates.

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Fue en la Universidad de Stanford donde la psicóloga Frances L. V. W. comenzó a enseñarle a Koko el lenguaje de señas, buscando demostrar que los gorilas eran capaces de aprender y usar un lenguaje humano.

A lo largo de su vida, Koko demostró una asombrosa capacidad para comunicarse, aprendiendo más de mil signos en lengua de señas y pudiendo entender más de 2 mil palabras en inglés. Su inteligencia, evaluada con un IQ de entre 75 y 95, se asemeja al nivel de un niño de 5 años, lo que la convirtió en una figura fundamental en los estudios sobre cognición animal. No solo podía señalar objetos, sino que también expresaba emociones complejas, deseos e incluso conceptos abstractos.

Un poderoso mensaje

El video que ha circulado recientemente muestra en sus últimos días, transmitiendo un mensaje lleno de conciencia ecológica y amor por la naturaleza. Mientras utilizaba el lenguaje de señas para comunicarse, Koko dijo: “Yo soy Gorila, yo soy flores, animales, soy naturaleza. Koko ama al hombre, Koko ama a la tierra, pero hombre estúpido, Koko lo siente, Koko llora... tiempo!, de prisa ¡Arregla Tierra!, ¡Salva Tierra!, ¡De prisa!, ¡Protege tierra! La naturaleza te ve, gracias.”

Este mensaje, profundamente emotivo y cargado de un mensaje urgente sobre la preservación del planeta, fue interpretado como una llamada de atención sobre los problemas ecológicos que enfrentamos como humanidad.

Con sus palabras, la gorila no solo se despedía de su vida en la Tierra, sino que también dejaba una reflexión que, ahora más que nunca, resuena en el corazón de quienes conocen su historia.

A lo largo de su vida, Koko fue una embajadora del amor y respeto por los animales y el medio ambiente, y su legado sigue vivo en la memoria colectiva.

Su capacidad para conectar con los seres humanos de manera tan profunda y auténtica, mostrando emociones complejas, continúa siendo un testimonio del potencial de los animales para comunicarse de maneras sorprendentes.

La historia de Koko no solo es un relato de inteligencia animal, sino también un recordatorio de la responsabilidad que tenemos de proteger la Tierra y sus criaturas. Su despedida, a través de sus últimas palabras, sigue siendo un llamado a la acción: “La naturaleza te ve”.