Esta es la estrella más importante en el universo después del Sol: Vega

MÉXICO.- Las estrellas han sido objetos de fascinación durante siglos; pues son más que simples puntos brillantes en el cielo: representan los motores cósmicos que sostienen la estructura del universo, desde su nacimiento hasta su muerte, las estrellas son fundamentales para la existencia de galaxias, planetas y, en última instancia, para la vida.

Poco después de la puesta del Sol, en fechas decembrinas, una estrella es posible de ver en el cielo: se trata de Vega, que, hacia el noroeste, en la constelación de Lira. Esta constelación es una de las 48 que Ptolomeo describió hace más de 2,000 años.

Vega recibe el apodo de “la estrella más importante del universo”, solo después del Sol. Asimismo, dicha zona es la más observada durante toda la historia, y según informa El País, posiblemente también desde la pre-historia debido a que Vega es la sexta estrella más brillante del Sol.

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Sin embargo, ser la quinta estrella en el raking de luminosidad no es lo único que la hace especial; sino que fue la primera estrella lejana de la que se tomó una fotografía en 1850; años más tarde, en 1872 fue la primera estrella, después del Sol, de la que se fotografió su espectro. Sin embargo, fuera de eso, Vega es importante y clave para la astrofísica.

Es una de las estrellas más brillantes del cielo nocturno y tiene un papel importante en la astronomía y la cultura. Es la estrella más brillante de la constelación de Lira y la quinta más brillante del cielo nocturno. Su nombre proviene del árabe “al-Waqi’”, que significa “la caída”, pero se ha adaptado a “Vega”, que quiere decir “el que cae”.

Está a unos 25 años luz de la Tierra, por lo que es bastante cercana. Su brillo la hace fácil de ver a simple vista, incluso con algo de contaminación lumínica. Ha sido clave para medir distancias en el universo, usando su brillo conocido como referencia. También forma parte del triángulo de verano con Altair y Deneb, siendo una guía estacional en el cielo del hemisferio norte. Es una estrella joven de tipo A, más caliente y masiva que el Sol. En unos 100 millones de años, se convertirá en una gigante roja y luego en una enana blanca.

Ha sido importante en varias culturas antiguas. Los egipcios la asociaban con el dios Osiris, y en la antigua China, era parte de una historia romántica llamada “El Puente de las Golondrinas”. Además, sigue siendo estudiada por los astrónomos. Su proximidad y características bien conocidas la hacen ideal para investigar otras estrellas similares y sus planetas.

No es solo una estrella brillante, es una estrella cercana que ha ayudado a los astrónomos a medir el universo y tiene un rico legado en la cultura y la ciencia.