Estrategias para gestionar el estrés: el papel del coping en la salud mental
Los expertos recomiendan identificar las estrategias más efectivas para cada situación y optar por métodos adaptativos para mejorar la calidad de vida.
CIUDAD DE MÉXICO.- El estrés forma parte de la vida diaria y surge como una reacción natural ante los desafíos que enfrentamos. Sin embargo, aprender a manejarlo es clave para mantener el bienestar emocional y evitar el desgaste mental. En este contexto, los psicólogos destacan el concepto de coping, que se traduce como “hacer frente” y se refiere a las estrategias que las personas emplean para afrontar situaciones que generan tensión.
De acuerdo con el portal especializado Uno Bravo, el coping agrupa un conjunto de mecanismos que ayudan a gestionar los factores estresantes del día a día. Aunque está relacionado con la resiliencia, que se centra en superar adversidades y salir fortalecido, el coping pone el énfasis en las acciones concretas y recursos utilizados para enfrentar esos desafíos.
Aunque no existe una solución única para el estrés, el coping proporciona una guía práctica que permite gestionarlo de manera saludable. Los especialistas recalcan su importancia como herramienta psicológica para enfrentar problemas de manera más efectiva y reducir sus efectos negativos en el cuerpo y la mente.
Tipos de coping: adaptativo y disfuncional
No todas las estrategias de coping tienen el mismo impacto en la salud mental. Los psicólogos dividen estas prácticas en dos grandes categorías: adaptativo y disfuncional. Cada una abarca diferentes maneras de lidiar con el estrés, ya sea constructiva o perjudicialmente.
El coping disfuncional incluye mecanismos que ofrecen alivio momentáneo, pero son ineficaces o dañinos a largo plazo. Entre ellos destacan la evitación, que consiste en ignorar el problema sin resolverlo; el abuso de sustancias, como alcohol o drogas, que pueden generar dependencia; y la rumiación, que se enfoca repetidamente en pensamientos negativos, incrementando la ansiedad.
Por otro lado, el coping adaptativo promueve estrategias saludables para gestionar el estrés de manera constructiva. Estas se dividen en dos enfoques principales: centrado en las emociones, que busca regular las reacciones emocionales mediante técnicas como el autocuidado o el apoyo social; y centrado en el problema, que implica analizar la causa del estrés y tomar medidas concretas para solucionarlo.
Cómo aplicar el coping en la vida diaria
El éxito del coping radica en identificar las estrategias más adecuadas para cada situación. En momentos de estrés intenso, actividades como practicar técnicas de relajación, buscar apoyo social o realizar ejercicio pueden ser de gran ayuda para calmar las emociones. Mientras tanto, para problemas específicos, diseñar un plan de acción permite abordarlos de forma estructurada y efectiva.
Los psicólogos recomiendan optar por estrategias adaptativas, ya que estas no solo alivian el estrés momentáneo, sino que también mejoran la calidad de vida a largo plazo. Aunque estas herramientas pueden ser útiles, siempre es recomendable acudir a un especialista en salud mental para recibir orientación personalizada y garantizar un manejo adecuado del estrés.
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El coping, como parte de las herramientas psicológicas, no promete soluciones inmediatas, pero sí un camino hacia una gestión más saludable del estrés. Adoptar sus principios puede marcar la diferencia entre el desgaste emocional y el fortalecimiento personal frente a las adversidades.