La ciencia detrás de las Llamas Eternas

Las llamas eternas han cautivado la imaginación humana durante siglos. Estos raros fuegos naturales arden de manera continua, a veces durante miles de años, alimentados por gas que se filtra desde profundos reservorios subterráneos. Un ejemplo destacado de esta llama se encuentra en el Chestnut Ridge County Park, en Nueva York, donde un pequeño fuego arde detrás de una cascada, brillando en la niebla. Pero, ¿cómo es posible que estas llamas puedan arder durante tanto tiempo y qué las hace tan especiales?

¿Qué es una Llama Eterna?

Una “llama eterna” no es realmente eterna, pero puede arder de manera autónoma durante largos períodos debido a las condiciones únicas que permiten que continúe. Según Giuseppe Etiope, geólogo del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, las llamas eternas son un tipo de filtración natural de gas. La filtración ocurre cuando los gases inflamables como el metano, el etano y el propano ascienden desde reservorios subterráneos presionados a través de fracturas o huecos en las rocas.

Cuando el gas que escapa tiene una concentración suficientemente alta de metano, puede encenderse y arder de manera continua. Esto es lo que crea el efecto de “eternidad”. Etiope explica: “Son como una bandera que dice, ‘aquí hay una emisión intensa’”, señalando una liberación constante de gas que alimenta la llama. Algunas de estas llamas han estado ardiendo durante milenios, lo que les ha valido el nombre de “llamas eternas”.

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Un fenómeno raro y antiguo

Aunque existen menos de 50 llamas eternas conocidas en todo el mundo, se encuentran en diversos países, incluidos Estados Unidos, Rumanía, Italia, Turquía y Azerbaiyán. Algunas de estas llamas pueden haber estado ardiendo durante decenas de miles o incluso millones de años. Un ejemplo particularmente famoso es la llama que se encuentra bajo una cascada en Chestnut Ridge County Park, Nueva York. Su altura puede variar entre tres y ocho pulgadas dependiendo de las condiciones climáticas.

Arndt Schimmelmann, científico de la Tierra en la Universidad de Indiana, describe la llama de Chestnut Ridge como una de las más bellas que ha visto. Recuerda cómo la llama brilla a través del agua que cae, creando una exhibición fascinante.

Significado cultural y religioso

Las llamas eternas han tenido un significado simbólico en varias culturas y religiones. En Azerbaiyán, una llama en una colina cerca de Bakú, llamada Yanardag o “montaña ardiente”, era considerada sagrada por la religión zoroastriana, que veía el fuego como una representación de lo divino. De manera similar, la llama de Chimaera en la bahía de Antalya, en Turquía, que ha estado ardiendo durante más de 2,000 años, estaba relacionada con el mito griego del monstruo que echaba fuego. La llama de Baba Gurgur, en Irak, se cree que es la “horno ardiente” mencionado en la Biblia, lo que significaría que ha estado ardiendo durante más de 4,000 años.

¿Puede apagarse una Llama Eterna?

A pesar de su longevidad, las llamas eternas no son invencibles. Pueden apagarse debido a lluvias fuertes, aunque en muchos casos, si las condiciones son adecuadas, pueden volver a encenderse de manera autónoma. Schimmelmann, quien ha estudiado la llama de Chestnut Ridge, explica que aunque el agua que salpica puede apagar el fuego, este a menudo se puede volver a encender gracias a la liberación continua de gas.

Con el tiempo, la erosión natural puede llevar al apagado de estas llamas. En el caso de la llama de Chestnut Ridge, la erosión causada por el movimiento de la cascada podría acabar con el fuego. Sin embargo, el reservorio de gas podría seguir liberando gas, incluso si la llama se pierde.

Impacto ambiental

Aunque las llamas eternas son fascinantes, tienen implicaciones ambientales. Estas filtraciones de gas natural liberan metano, etano y propano, gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. Por ejemplo, la llama de Chestnut Ridge libera aproximadamente un kilogramo de metano al día. Sin embargo, dado que son tan raras, el impacto ambiental de estas llamas es mínimo en comparación con la gran cantidad de emisiones de gas de fuentes industriales.

A pesar de ello, la perforación de gas en áreas cercanas a las llamas eternas podría alterar el delicado equilibrio del reservorio de gas y apagar la llama. Como señala Schimmelmann, la llama de Chestnut Ridge ha sobrevivido en gran parte porque no se ha realizado perforación en la región.

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Las llamas eternas son un fenómeno natural impresionante que ofrece una visión de los procesos geológicos de la Tierra. Aunque su nombre sugiere una eternidad, estas llamas no son verdaderamente eternas. Continúan ardiendo solo gracias a una liberación constante de gas desde lo más profundo del planeta y a las condiciones adecuadas para la combustión. Son raras y valiosas, tanto científica como culturalmente.

Con información de Natgeo.