¿Por qué entre 1647 y 1660 se prohibió la navidad?
Mientras muchos celebraban la Navidad con desfiles, banquetes y villancicos, una facción protestante que rechazaba esta tradición.
MÉXICO.-El 25 de diciembre de 1647, en pleno corazón de Canterbury, se desató una insólita rebelión que fue conocida como “la Revuelta Navideña", y que más tarde ocasionó la cancelación de la navidad.
A lo largo de la historia, la festividad navideña ha sido objeto de debate y de una gran lucha política. Sin embargo, ¿cuál fue el motivo del conflicto que llevó a esto?
El motivo del conflicto fue el arresto del dueño de una tienda por parte del alcalde de la ciudad, William Bridge, quien intentó golpearlo por haber cerrado su comercio en pleno día festivo. Este incidente desató la furia de una multitud que, en solidaridad con el dueño de la tienda, atacó al alcalde y se amotinó, saqueando tiendas y tomando el control de la ciudad. Entre sus acciones, los rebeldes hasta colgaron acebo por las calles, un símbolo de la tradición navideña.
Este levantamiento en Canterbury se enmarca en un periodo histórico convulso para la Navidad en Inglaterra. Durante el siglo XVII, especialmente bajo el reinado de Carlos I, la festividad se convirtió en un foco de conflicto religioso y político.
Mientras muchos celebraban la Navidad con desfiles, banquetes y villancicos, los puritanos, una facción protestante que rechazaba las tradiciones católicas y paganas, veían la fiesta como un acto impío. Consideraban que la Navidad representaba una celebración desmesurada, con excesos de alcohol y diversión, que contradecía sus estrictos valores religiosos.
La prohibición de la navidad.
A medida que los puritanos ganaron poder político, especialmente tras la guerra civil inglesa (1642-1645), lanzaron un ataque sistemático contra la festividad. En 1645, el Parlamento puritano prohibió los servicios religiosos de Navidad y, dos años después, emitió una orden que prohibía las celebraciones, incluyendo los banquetes, bailes y decoraciones. Aquellos que desafiaban la ley eran severamente reprimidos, e incluso soldados fueron desplegados para derribar los adornos navideños.
La reacción popular a esta prohibición fue inmediata. En varias ciudades de Inglaterra, como Norwich, Bury St. Edmunds e Ipswich, estallaron disturbios el 25 de diciembre de 1647, cuando los ciudadanos intentaron evitar que los comerciantes abrieran sus tiendas, desafiando las órdenes del Parlamento. Aunque no todas las protestas fueron violentas, la oposición a la ley se intensificó, y algunos escritores se unieron a la causa, publicando panfletos a favor de la Navidad y ridiculizando la prohibición.
Sin embargo, el conflicto no terminó con la muerte de Carlos I en 1649 y el ascenso de Oliver Cromwell al poder como Lord Protector en 1653, pues aunque Cromwell no fue el principal impulsor de la prohibición, mantuvo las leyes que prohibían la Navidad.
No fue sino hasta la Restauración de la monarquía en 1660, con el regreso de Carlos II al trono, cuando las celebraciones navideñas volvieron a resurgir. El nuevo rey reabrió los teatros, rescató las costumbres cortesanas y permitió que la Navidad floreciera nuevamente con danzas, banquetes y el regreso de las decoraciones navideñas.
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